Como toda gran urbe del mundo, la Ciudad de México cambia constantemente, evoluciona, crece en sus vialidades, va sustituyendo sus espacios y los renueva con construcciones mejor adaptadas al presente y futuro de la metrópoli. Pero no ha estado excenta de cambios mucho más vertiginosos, algunos de los cuales se han dado por causa de tragedias mayúsculas.
En la mañana del jueves 19 de septiembre de 1985 un sismo de magnitud 8.1 grados en la escala de Richter despertó a los habitantes de la capital mexicana y desató un caos que jamás será borrado de la memoria colectiva de las personas… por más que vayamos desapareciendo aquellas personas que recordamos aquel momento histórico, son muchos los registros, las hojas peridísticas, las crónicas, fotografías y testimonios que surgieron a partir de aquel momento.
La arquitectura de la Ciudad de México se transformó drásticamente a partir de aquellos días, tuvo que cambiar sus reglas, volverse más estricta, realizarse a conciencia y ofrecer medidas de seguridad que nunca se habían visto; algunas zonas de la capital mexicana restringieron la construcciòn de grandes edificios, sobre todo las que mayores estragos sufrieron con el sismo y sus posteriores réplicas -la mayor, al día siguiente, en la noche del viernes 20 de septiembre- e, indudablemente, la fisonomía de la urbe se transformó.
Una de las mayores decepciones fue enetrarse que gran parte de los miles de edificios que cayeron eran obras construidas por los gobiernos de unas dos y tres décadas atrás. Hospitales, escuelas, oficinas gubernamentales y demás edificaciones del Estado sufrieron graves daños y ello se debió a la corrupción que imperaba, al uso de materiales de mala calidad y al robo de recursos financieros en detrimento de la caliad de las costrucciones.
Así, el rostro de la CDMX se tranformó para siempre, lo mismo que el ánimo de sus habitantes, quienes salieron a las calles para involucrarse de manera directa con las labores de rescate. Sin duda la gente significó una pieza fundamental en la reconstrucción y normalización de la urbe.
A continuación, algunos edificios emblemáticos de la Ciudad de México que se derrumbaron, algunos de ellos fueron obra de desrtacados arquitectos. Mira cómo es su entorno en la actualidad.
1.- Hotel Regis, Av. Juárez, Centro Histórico. Actualmente en este sitio se levanta un parque conmemorativo que recuerda la tragedia de hace 31 años: Plaza de la Solidaridad.
2.- La Mariscala, emblemático edificio DE 1943 ubicado en el Eje Central, Centro Histórico que describía las influencia art decó que tuvo la ciudad de México. Hoy este espacios es un estacionamiento público.
3.- Multifamiliar Juárez, obra del arquitecto Mario Pani, se ubicó en los terrenos del antiguo Estadio Nacional, en la colonia Roma. Hoy quedan en pie pocas construcciones del conjunto y en su lugar hay jardines y oficinas gubernamentales.
Imágenes: La Ciudad de México en el Tiempo y Google Maps
