El creativo Tim Slade ha elaborado un interesante artículo con tres consejos primordiales para los diseñadores que inician en la labor y las hemos sintetizado.
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1.- Utiliza más de una fuente
Olvídate de las fuentes predeterminadas y selecciona algunas nuevas que comuniquen un sentido de la personalidad y del diseño.
Sigue una regla de tres para seleccionar tus fuentes específicas para los títulos, encabezados y contenido del texto. En ocasiones, también puedes seleccionar una cuarta fuente para dar énfasis.
La clave para usar esas tres (o cuatro) fuentes de manera correcta es usarlas de forma coherente: utiliza una para los títulos, otra para encabezados y una más para el cuerpo del texto. Si das un paso fuera de estos límites (incluso cuando es intencional), se corre el riesgo de que el aspecto no sea el que esperas.
Al seleccionar las fuentes, piensa en las emociones que provocan. Si se complementa el significado del contenido, estás haciendo las cosas bien.
2.- Utiliza Imágenes de manera consistente
Imágenes, gráficos, diagramas e ilustraciones ayudan a tu audiencia a visualizar el significado de su contenido. Una imagen bien seleccionada puede impactar más al contenido de tu mensaje que mil palabras.
La selección de imágenes no debe hacerse página por página o diapositiva por diapositiva porque su calidad y el estilo pueden llegar a ser inconsistentes a lo largo de todo el documento. Esta falta de coherencia puede afectar a la credibilidad de tu trabajo.
Para evitar esto, realiza toda tu selección de un mismo banco de imágenes o fuente. Así obtendrás una iluminación, estilo, encuadre, proporciones y calidad uniformes.
Del mismo modo que las imágenes no deben elegirse página por página, los efectos aplicados a esas imágenes deben ser coherentes en todo el contenido.
3.- Selecciona los colores correctos
Observa el embalaje de tus productos favoritos o la portada de la última revista que leíste. ¿Los colores son brillantes o sombríos, coinciden con la personalidad de la marca o el mensaje?
Selecciona los colores de la misma manera que seleccionaste las fuentes tipográficas, con una regla de tres colores: uno que actúe como un color primario, otro como un color secundario, y un tercero como color que marque el acento.
La comprensión de cómo trabajan los colores juntos pueden ser un reto para algunos. Afortunadamente, existen muchas herramientas que te pueden ayudar. Además de las herramientas para colorear que tienen la mayoría de los programas, existen otras que te pueden ayudar a personalizar el color.
La práctica de diseño gráfico es como aprender a tocar un instrumento musical, necesita dedicación y la práctica. Tus habilidades como diseñador crecerán gracias a tu constancia. Una vez que domines las técnicas ampliarás tus horizontes y podrás aprender técnicas más complejas.
