Diseñar es una cosa, pero diseñar bien y con originalidad puede ser una tarea más compleja que requiere de plena conciencia acerca de lo que se realiza.

Que los alcances creativos se potencien es una necesidad constante dentro de tu actividad como profesional de la imagen, se trata de algo que requiere, entre muchos otros aspectos, de saber en todo momento qué es lo que se hace más allá de inspiraciones y otras cosas.

Toma nota de estas cinco recomendaciones para alcanzar la conciencia creativa.

1.- Olvídate de los diseños de siempre
Es un ejercicio difícil, sobre todo porque tal vez estés sobre saturado de información visual, pero, por unos momentos, intenta imaginar formas que se diferencien correctamente de otras formas ya conocidas. El ejercicio puede resultar tardado, porque descubrirás que hay muchas formas e ideas que están insertas en diseños célebres, pero también provechoso para estimular tu creatividad.

2.- Comprende la(s) esencia(s) para diseñar
Diseñar la identidad visual de una marca o hacer cualquier otro tipo de diseño requiere de reflexiones previas que se involucran con alguno o algunos de los tópicos que caracterizan a la firma u objeto de creación, se trata de comprender los principios conceptuales que le dan razón de ser.

3.- Guarda tus bocetos
Seguramente muchos de los bocetos que has desarrollado se han quedado, literalmente, en el tintero o en pruebas y trazos que no tuvieron mayor desarrollo, pero muchos de ellos pueden ser retomados posteriormente para nuevos proyectos. Guarda tu material -de ser posible, con fecha y orden-, te puede servir para potenciar tus alcances creativos.

4.- No trates de ser abrumador al diseñar
No trates de abrumar con demasiados elementos o colocar demasiadas tendencias en un solo diseño, seguramente sabes dominar distintas técnicas y tus alcances creativos son vastos, pero no se trata de recordarlo de esa manera. Recuerda que diseñar bien es sinónimo de síntesis y claridad visual.

5.- Sé firme en tus principios
Si a la hora de diseñar te das cuenta que lo que estás haciendo está alejado de la idea original que te impulsó a desarrollar el proyecto, tal vez debas detenerte a pensar si vas por buen camino. El trabajo que realizas nació de una idea originaria que hay que seguir en la mayoría de los casos.