Ser diseñador gráfico no es cosa sencilla, es una habilidad que con el tiempo se debe desarrollar con la práctica y con mucha creatividad. No hay diseñador que diga que sea una profesión sencilla y quien diga que es algo fácil está en lo equivocado, como cualquiera otra tiene sus altas y sus bajas, pero no por eso hay que dejar de esforzarse o hacer siempre el mismo tipo de propuestas, no es solo dibujos. Aquí cinco señalase de que un diseñador debe ser despedido y no precisamente porque sea malo.

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El ser diseñador gráfico es más que saber dibujar, armar un logotipo, saberse de memoria la historia o el conocer la tendencias, el diseñador gráfico debe saber comunicar a través de su trabajo una historia, la personalidad de un producto, hablarle al mercado y crear material sugerente o innovador.

Pero existen ciertos factores, que no son para nada cualidades dentro del diseñador, que si se conoce al alguien o se trabaja con alguna persona que los demuestre, hay que alejarse o despedirlo de la empresa, ya que podría estar afectando el futuro de una compañía.

1. El diseñador utiliza imágenes de otras personas para los proyectos

Sin autorización de un tercero y además de eso se otorga el crédito, el diseñador que hace plagio es un problema que a futuro causará daños jurídicamente. Actualmente es muy fácil rastrear todo tipo de material, basta con poner palabras claves en google, digitalizando el diseño o buscando el esquema de color antes de que sea público un proyecto. La poca originalidad es un pecado bastante penado en esta profesión, basta revisar el caso de Armani Exchange, quien despidiera a su director creativo Patrick Robinson por hacer plagio de un brazalete.

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2. Es un diseñador que siempre se rige por la misma tendencia

Desde una perspectiva empresarial, es muy tentador utilizar una estrategia de diseño visual que tiene un historial probado de éxito. Si el público ya vio eso en constantes ocasiones, no hay necesidad de siempre ofrecer lo mismo. El problema con las tendencias es el hecho de que, por su propia naturaleza, están destinadas a morir y muchos diseñadores se quedan atrapados en ellas. Si el creativo siempre quiere hacer lo mismo con lo mismo pero “diferente”, es momento de una larga plática.

3. Hace que todos los diseños se vean igual

El problema con muchos artistas y diseñadores es que ellos parecen pensar que el tener un estilo hace de sus diseños algo inmediatamente identificable, lo cual de alguna manera es algo bueno. No importa lo increíblemente prestigioso que sea el diseñador; si las personas ven un diseño y de inmediato piensan en el diseñador que lo creó, la pieza pierde su propósito y nadie quiere trabajar con un diseñador que utiliza una marca y su marca para venderse a sí mismo.

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4. Implica metáforas y visuales demasiado complicados

La complejidad es una de las grandes barreras que el diseñador debe romper para comunicar, ya que de lo contrario, por lo menos cuando se trate de diseñar un logo, un envase o cartel, todo debe quedar muy en claro en cuestión de segundos, de lo contrario, el diseño será catalogado como malo.

5. Utiliza clichés visuales

No por que se esté diseñando un logotipo para una marca de autos se debe incluir la figura de un coche, o si se está trabajando para un restaurante no quiere decir que a fuerzas deba incluir unos cubiertos o el color naranja. No hay que abusar de los simbolismo, de lo contrario la imaginación y creatividad quedará en duda. El objetivo es crear un icono reconocible y que se vuelva único, no una copia de la copia.

Si conoces a un diseñador que dé todas estas señalas, es muy probable se tenga que despedir y entrevistar a alguien nuevo. El diseño implica la individualidad, la sencillez y la apreciación de las tendencias, junto con la fuerza de ignorar todos estos factores. El diseñador siempre necesita de una ducha de agua fría todos los días.