En el mundo del diseño, arquitectura y arte existe una institución que fue disruptiva en la formación y concepción misma de las disciplinas, se trata de la Staatliche Bauhaus, una escuela en Alemania que así como fue de fugaz, lo fue de revolucionaria para los artistas; tanto que maestros y alumnos crearon cientos de obras que aún hoy en día gozan de un reconocimiento.
La corta historia (1919 a 1933) de la escuela fue muy intensa por razones políticas y tensiones sociales de la Alemania de aquella época. Durante este año, en todo el mundo, celebran el centenario de la Bauhaus, y como parte de ello, Paredro rinde homenaje al reconocer seis características del estilo de la Bauhaus:
Innovación en el pensamiento:
Olvidar cualquier convencionalismo y distinción clasista para acercar el arte a la vida cotidiana y replantear el significado de éste. Buscaba la reconexión de las personas con los objetos (materiales, productos, sensaciones, etcétera).
“La Forma sigue a la Función”:
Louis Sullivan expresó “la forma sigue a la función” que se convirtió en un valor fundamental de la escuela. Consiste en que el diseño de algo siempre debe aplicarse a la función antes que su atractivo estético, es decir, que la utilidad iba primero y se desechaban los ornamentos innecesarios.
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Materiales verdaderos:
Uno de los principios del “plan de estudios” y de los profesores de la Bauhaus era que los materiales debían reflejar la verdadera naturaleza de objetos y edificios, ello significaba que no se modificaban ni ocultaban los materiales por motivos estéticos, la honestidad del diseñador evitaba la necesidad de esconder los elementos de la construcción en las obras. Con ello se mostró las vigas o el acero en un edificio.
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Minimalismo:
En combinación con los puntos anteriores, la funcionalidad y los materiales al natural reflejaban un estilo minimalista. Los artistas de la Bauhaus estaban influenciados por el Movimiento Moderno y “De Stijl” el cual se basaba en la utilización de formas lineales y geométricas, así como la utilización de colores puros (primarios) que simplificaba todo a lo elemental sin adornos innecesarios.
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Gesamtkunstwerk:
El concepto Gesamtkunstwerk (traducido como “obra de arte total”) fue utilizado por Walter Gropius, fundador de la Bauhaus, el cual era retomado de la conjunción de las 6 bellas artes con las artes decorativas que debía complementar todos los aspectos del diseño.
Unión de arte y tecnología:
La exposición “arte y tecnología: una nueva unidad”, realizada en 1923 en la Bauhaus, modificó el énfasis en la tecnología, a partir de entonces los talleres se emplearon como laboratorios en los que los prototipos de productos (idóneos para la fabricación en serie), se desarrollaban y mejoraban cuidadosamente, por lo que los artistas acuñaron las tecnologías modernas experimentando con ellas.
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