Quienes se dedican al diseño de productos y de empaques saben que la imagen final es de gran importancia para el éxito o el fracaso de lo que se venderá, por ello una pieza importante de mercadotecnia es el packaging, el cual debe ser lo suficientemente atractivo para destacar en el anaquel, pero no de forma negativa.

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Para el diseño de un empaque es indispensable tener bien sentadas todas las bases de diseño gráfico, pero también un apropiado sentido común para no crear un packaging que lejos de atraer al consumidor lo aleje, o sólo le llame la atención por lo ridículo que puede ser, lo cual es desastroso.

No es ningún secreto que la identidad visual de un producto es vital para generar ventas, por ello se deben tomar en cuenta aspectos que van desde el color del empaque, la forma, la tipografía, las imágenes que se utilizarán y los espacios en los que se mostrará el producto para que resulte una buena estrategia de mercadotecnia.

Si no se toman en cuenta todos los elementos mencionados, el empaque puede resultar un accidente gracioso o un verdadero desastre desde el punto de vista de diseño gráfico, a continuación siete claros ejemplos de lo que no se debe hacer en perjuicio de la marca.

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