Equivocarse es de humanos, pero repetir el mismo error en constantes ocasiones es no aprender lo suficiente o no prestar atención. Cuando se trata de diseñar la identidad corporativa de una marca, algunos de los errores más comunes a repetir es el no contar con un brief con las especificaciones, no investigar el mercado o simplemente no entender lo que quiere el cliente.

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Para evitar esos errores comunes que predominan al plantearse el diseño de un logotipo, aquí te presentamos siete de los errores que más se comenten, errores para tener en mente y no caer de nueva cuenta en consecutivas ocasiones:

01. Diseñar sin un brief en mano

Si no se tiene una referencia pasada y especificaciones de los requisitos del cliente o de lo que la marca es, no se puede empezar a diseñar una identidad de marca. Esto implica trabajar horas de más sin que el cliente sepa que esperar como resultado final, arriesgándose a no aceptar ninguna propuesta.

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02. Diseñar para uno mismo

El diseño se presta para experimentar cosas personales y que realmente apasionan, pero cuando se trata de diseñar un logotipo, esa lección es difícil de aprender, ya que en muchas ocasiones el gusto personal se debe de olvidar y hacer caso a lo que conviene a la marca.

03. No entender el diferenciador de la marca

Este punto no se debe dejar pasar, aunque se pregunte más de una vez hay que asegurarse de cual es el atributo que diferencia a la marca para la que se diseñará de las otros. El diseño no tiene que ser literal al nombre de la marca, esto implica caer en los clichés y la poca originalidad. Se necesita entender el enfoque.

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04. No hacer la suficiente investigación

Antes de sentarse a bocetar, es indispensable investigar características que van directamente hacia la marca, como el mercado meta, los valores, la competencia y el posicionamiento actual de esta. Además de eso, saber en que tipo de medios en el que se implementará el diseño y el objetivo principal de la empresa.

05. No ser capaz de explicar el diseño

Es terrible cuando un cliente cuestiona una característica del diseño y sencillamente hay que estar preparados para justificar de manera correcta. Todo símbolo, tipografía, color y concepto en sí, debe ser pensado estratégicamente, no al ahí se va o por ser algo que guste personalmente.

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06. Mostrar demasiadas opciones

El hacer esto hará que el cliente se confunda más y no sepa por cual diseño decidirse. Lejos de proponer diversas opciones, también se trabajan horas de más y se tiran a la basura propuestas buenas que al final no serán utilizadas. Lo recomendable es no mostrar más de tres opciones.

07. Depender de los trucos digitales para crear un logo

¿Qué sucede cuando se quita los gradientes, reflejos, sombras paralelas, efectos y se cambia el color a blanco sobre un fondo oscuro? ¿El logo sigue ahí? Si se es capaz de ver el logotipo a la perfección, lo más probable es se diseñó un buen logo, pero si no, entonces es el momento de empezar a pensar todo de nuevo.
Usar trucos digitales para hacer un diseño débil es fácil, todo lo que necesita es Photoshop y saber que efectos aplicar, pero estos tipos de logos no son buenas identidades a largo plazo.

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