Normalmente, los personajes de cuentos de hadas, como las princesa, son la personificación en vida de la castidad y la inocencia. Con su serie inspirada en historias de la cultura pop, la ilustradora con sede en España Marilen Adrover, convierte el concepto de modestia femenina y pureza en vicios y accidentes no pensados.

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Bajo un concepto totalmente del que se les conoce dentro de su mundo color rosa, las princesas de Disney como Blancanieves o la ingenua Caperucita Roja, son llevadas a la cárcel pro diferentes motivos, como asaltos, inapropiadas conductas sexuales o por portar narcóticos.

A Caperucita Roja se le ven manchas de sangre en las mejillas sonrosadas y se le suman cargos de asesinato. Mientras que la joven Risitos de oro, ya no es un niña indefensa en busca de un refugio, ahora lleva una vida de crimen y es reprendida por allanamiento de morada. De Lewis Carroll se presenta a la dulce Alicia, la cual ha crecido desilusionado con el mundo real, dando la vuelta por completo a su propio país de las maravillas a uno peligroso y lleno de drogas psicotrópicas.

Mediante la colocación de estos iconos de la docilidad femenina y el martirio en el contexto de la delincuencia contemporánea, Adrover subvierte anticipadamente la tradicional dicotomía de “lolita” a través de estas ilustraciones con clásicos animados.

Como todas unas adolescentes angustiadas, cada una ve sus actos como bromas, con la esperanza de desafiar la autoridad. Ellas ya no se definen por sus historias de inocencia pastoral idílico, pero su imagen de delincuentes no es del todo creíble. Tanto amadas y peligrosas, se niegan a ajustarse a una única fantasía, jugando con los prejuicios y suposiciones profundamente arraigadas de nuestra cultura.

A continuación, te presentamos estas ilustraciones que le dan la vuelta a los cuentos de hadas que todos conocemos:

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