Si uno es usuario constante de los productos de Apple, bien se puede notar el momento en el cual Steve Jobs dejó de estar a cargo de la compañía. En su primera separación, en 1985, su nueva dirección dejó que terceros crearan computadoras usando sus procesadores y sistemas operativos como Motorola. En algunos momentos de lucidez, llegaron buenas ideas como Newton, una agenda digital adelantada a su época, pero que Jobs se encargó de matar apenas regresó de nuevo como presidente.
iPhone 5c y Apple TV: lejos
Tras su muerte, hay productos que simplemente uno no se puede explicar cómo vieron la luz y que seguramente Jobs no lo hubiera permitido en caso de continuar con vida. La primer señal fue el iPhone 5c —los iPhone de colores brillantes— que además se podían combinar con protecciones perforadas que dejaban ver las leyendas de la parte posterior del teléfono, el primer error de diseño. Otro más es el control remoto del nuevo Apple TV (4ª generación), quienes lo usan como control remoto (no como control de juegos), se darán cuenta que tan solo tocarlo se activa en su gran superficie, provocando que la tele se vuelva loca, un error en experiencia de usuario muy parecido al que casi frustra la salida al mercado del iPhone, donde al tocar la pantalla con la oreja para hablar activaría botones sin sentido.
iTunes: lejos
También está iTunes. Muchos piensan que terminar con el skeuomorfismo fue enterrar los principios de Jobs, pero si realmente se ha alejado de algo la prueba está en el reproductor de música, que durante años ha batallado en todos los sentidos por mantenerse accesible: se volvió un laberinto encontrar tu música, saber qué quieres escuchar, sincronizar tu librería con el teléfono, entender la App en iOS es solo para quienes tienen toda la paciencia del mundo. En su última actualización han logrado salvarla un poco, pero definitivamente esta parte ha dejado mucho que desear.
iPad Pro y el Apple Pencil: cerca
Efectivamente Jobs mató el Newton entre otras cosas, porque usaba un stylus. Muchos expertos afirman que el Apple Pencil jamás hubiera salido, yo no concuerdo, es una herramienta de diseño. Ningún diseñador puede jactarse de serlo sin tomar en serio el uso de herramientas de escritura.
Si no han tenido oportunidad de usarlo, acérquense a alguna tienda con productos en exhibición y pruébenlo, especialmente con las aplicaciones Adobe Draw y Sketch, es una maravilla que te hace olvidar que se está usando un lápiz digital. La sensación del grafito o el plumón son excelentes, la nitidez del trazo, la puntualidad del pixel y más aun, la sensación de los materiales con los que está hecho. Se pueden producir verdaderas obras.
No tiene relación alguna con los stylus de Wacom o aquellos que se venden independientemente; parece más bien, una idea sacada de la fallida pluma que alguna vez propuso Adobe y cuya finalidad es acercarse más a un lápiz o un pincel que a una pluma atómica.
MacBook Pro con Touch Bar: cerca
Desde que salió a la luz una de las quejas más es su alto costo y la restricción de puertos de conexión, ya que ahora solo es compatible con entradas USB-C, aún lejos de estandarizarse. Sin embargo, hay que recordar que Apple no está actuando contra naturam, desde que salieron al mercado en la década de los ochentas siempre han sido objetos de lujo, no recuerdo algún producto que esté por debajo del promedio de costo de sus competidores. Incluso, cuando salieron a la venta su costo se cuadruplicaba con respecto a otros productos.
Igualmente fue el primero en sacar el floppy disk, los cartuchos zip y el CD de sus carcazas, forzando a todos sus usuarios a llenarse de cables y convertidores para balancear la pérdida (yo aún conservo un lector de zips con entrada USB). No es raro de Apple, es más bien alejarse un poco de la visión actual para apoderarse del mercado masivo. Quizá nos hemos acostumbrado mucho a pensar que Apple está enfocado 100% en ventas al público, pero son más bien señales de que no olvida sus principios básicos de transitar entre la tecnología y las artes.
Efectivamente la empresa de la manzana ha cambiado mucho, ha evolucionado en algunas cosas más que otras y hoy enfrenta una gran barrera que, al igual que todas las demás empresas tecnológicas, no saben hacia dónde dar el siguiente paso: ¿a los autos, al control háptico, a la eliminación de cables? No lo sabemos, y no creo que lo dilucidemos pronto.
