El artista y fabricante de muebles Benjamin Nordsmark dio una “nueva dimensión” a la mesa convencional, pues creó un pequeño universo dentro de ella a través de un laberinto.

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De acuerdo al propio artista, la mesa-laberinto fue creada para mostrar cómo un objeto convencional puede adquirir una dimensión extra al crear un pequeño universo dentro de ella.

El laberinto consta de varias paredes bajo una lámina de vidrio y dentro de ella hay seis figuras características que se pueden mover alrededor gracias a unas manijas que se encuentran debajo.

Muchas personas recordarán momentos de su infancia con esta mesa, pues varios jugaron con piezas similares y el magnetismo, por lo que la mesa-laberinto saca a relucir la nostalgia y alentará a explorar y profundizar en el laberinto.

La mesa fue construido con un núcleo principal de acero para que sea lo suficientemente fuerte como para durar décadas y fue cubierta con madera maciza de arce.

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