La firma mexicana Bimbo ha podido expandirse enormemente desde su fundación, hace más de 70 años, para colocarse como una de las más importantes marcas panificadoras a nivel global y buena parte de ese éxito tal vez se centre en una identidad visual que ha sabido mantener concordancia en algunos de sus elementos más importantes.

Un elemento gráfico que distingue a Bimbo es su mascota, un popular Oso panadero y tal idea se le ocurrió a uno de los socios fundadores de la firma cuando recibió una postal navideña con la figura estilizada de uno de estos animales. El primer boceto corrió a cargo de la dibujante Ana Maza, quien le colocó el gorro, delantal y el pan bajo el brazo. Después se le alargó un poco más la nariz al personaje hasta que se definió de la siguiente manera:

 

Posteriormente, la sigura se fue adecuando en distintas etapas hasta poseer la imagen que hoy ostenta. Acerca del nombre que distingue tanto al personaje como a la famosa marca de pan, se dice que surgió de la combinación de los términos bingo -como el juego de mesa- y Bambi – la cinta infantil de Walt Disney-.

 

La emblemática figura corporativa de esta marca  se ha integrado a la vida de México y los múltiples países en lo que tiene presencia para colocarse como un elemento visual cotidiano.

 

 

Como decíamos párrafos atrás, más allá del expertise para los negocios que los integrantes de esta compañía han tenido, así como la calidad de sus productos, el éxito de Bimbo  ha sabido aderzarse con una identidad visual consistente en la que sus elementos principales continúan intactos, sólo con adaptaciones o actualizaciones de diseño, pero sin modificaciones en su esencia conceptual.

Fuente: Merca2.0

 

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