Tremendo escándalo e indignación ha causado, desde hace varios meses, la restauración del emblemático Caballito, escultura tan representativa de la Ciudad de México que ha sido estropeada por un mal tratamiento químico.

La patina y coloración acostumbrada de la estatua Ecuestre de Carlos IV -nombre verdadero de la estatua- fueron dañados por la aplicación de un químico corrosivo que fue empleado para restaurar la estatua y desde entonces esta pieza ha permanecido envuelta en maderas y plásticos, sin que se puedan apreciar los avances de la obra.

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Recientemente se anunció que expertos en restauración de instituciones como el Instituto Nacional de Antropología e HIstoria, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional se encargarán de corregir el daño que en el Gobierno de la Ciudad de México cometieron con la aplicación del químico.

Tal reparación tendrá un alto costo financiero: 5 millones de pesos más de los que se pensaron en un principio, para hjacer un total de 7.5 mdp. Se prevé que la pieza estará lista en mayo de 2017.

Se trata de una figura escultórica fundamental de la Ciudad de México, la cual ha formado parte de su historia desde distintos espacios, como el Zócalo de la ciudad y la esquina de Bucareli y Refgorma.

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