A veces sucede que, sin importar el número de cambios que se han hecho a algún trabajo creativo a solicitud del cliente, este no queda satisfecho con ninguno de los resultados.

Ello puede derivar en la insatisfacción suya y se corre el riesgo de que no lo quiera pagar -aún cuando ya se ha desarrollado el proyecto y se le ha invertido tiempo y esfuerzo-.

Para que  evites este tipo de situaciones es importante que te impongas y desde antes de arrancar cualquier proyecto marques tus condiciones de trabajo específicas. No tomes a la ligera la necesidad de establecer las reglas de trabajo con firma y papel yanúncialas debidamente en una reunión de trabajo. Realiza, además, las siguientes acciones…

1.- Convence con base en tu expertise
Es importante que demuestres por qué fuiste seleccionado o propuesto para realizar el trabajo y es tu expterise lo que te va a sacar a flote. Invístete como un especialista y realiza tus propuestas con base en tus capacidades y conocimietos creativos.

2.- Anuncia tus reglas
Antes de llegar a algún acuerdo de trabajo creativo es necesario que  informes al cliente acerca de tus necesidades de trabajo y tus propias reglas del juego. Limita el número de revisiones y modificaciones y ponle precio a cualquier acción que se realice fuera de este tiempo.

3.- Aprende a entender al cliente
Lo lógico para el cliente pude ser que, para que un diseño luzca más, se aumente su tamaño y de seguro así te lo va a solicitar… tus propias herramientas creativas te harán saber que un diseño se mejora con un nuevo color, una nueva posición, un adecuado contraste o muchas otras acciones. Debes aprender a conocer las necesidades del cliente y la marca y hacércelas comprender mejor.

4.- No seas arrogante
Hay diseñadores y creativos visuales que no soportan con mucha facilidad la crítica y rehúsan hacer cambios porque ven “arruinada” su propia obra intelectual. Hay que saber entender que el cliente paga por el trabajo y muy seguramente será su propietario, quítate la arrogancia y aprende a cumplir sus deseos… para desarrollar  tus propios trabajos ya tendrás otras oportunidades creativas.

5.- Establece tus compromisos creativos y cúmplelos
En las reuniones previas que realices con el cliente debes establecer con claridad qué es lo que ofreces y cumplirlo en los plazos convenidos. Deberás, además, comprender lo que él cliente quiere, conjuntarlos con tus propias capacidades y desarrollaras a cabalidad.

6.- Sé claro en tu lenguaje
El que seas un experto no significa que los demás lo sean. Expresa con un lenguaje sencillo y contundente lo que ofreces y el por qué de tus propuestas, busca la empatía y privilegia la buena comunicación en todo momento.