Caminando por un pasillo escucho a una persona que está invitando a pasar a una plática. No le doy importancia alguna mientras pensaba mis pendientes para ese día. Trabajos de clientes que entregar. Pero primero ir por el respectivo café del miércoles por la mañana. Un poco de cafeína al cerebro para que fluyan las ideas. Al salir por las escaleras pintadas de lluvia, un amigo me pregunta que si iba entrar a la plática. Le comenté que no, pero bueno “¿de que se trata? Le mencioné. Él me responde “de una mujer ciega que es fotógrafa”.
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Dejé mis pendientes a un lado. Fui por esa dosis de cafeína sin saber lo que me esperaba en la plática. Último sorbo de la taza. $27.00 pago por un americano. Me desplazo caminando al aula oscura con sillas muy bien acomodadas.
Gladdys González, no la conocía. Ni tampoco la audiencia. Su historia es como la de cualquiera de nosotros hasta hacia 10 años. Año 1, fue perdiendo su vista poco a poco. Los primeros años de su diagnostico la visión era como la circunferencia de cinco centímetros. Ahora su visión es como si pudieras ver por medio del orificio de un popote.
Es licenciada en enfermería muy destacada en ese sector. Su pasión es hacer fotografías casuales. Con la piel chinita, sinceramente, esas imágenes no eran de una persona que es fan de la fotografía. Con mucha técnica eran de una profesional. Para los retratos se guía por la voz y respiración. Para los objetos, que mejor que tocar y tener una imaginación espléndidamente grande para ver en tu mente lo que no puedes ver con tus ojos. En pocas palabras, observar por el sentido del tacto y del oído.
Sin lugar a dudas el diseñador quema los ojos de su creatividad y peor aún la inmoviliza con los frenos de una silla de ruedas. Es hermoso cuando se es débil en un sentido, pero aumentas tus demás virtudes que nunca pensaste en conocer como ser humano.
La vida de Arturo Valdez, creativo y diseñador se imposibilitó al caminar desde hace más de dos décadas a consecuencia de una situación desafortunada. Eso no lo detuvo para detener su felicidad, ni mucho menos para cumplir sus retos. Ser humano sumamente feliz que no puede caminar. Su mentalidad creativa y altruista ha construido varios proyectos propios para personas que no pueden conseguir materiales de desplazo comodos. El Sr. Valdez hace esos sueños posibles. Desde entonces (su incidente) ha cambiado paradigmas y dado ejemplos a las sociedad conformista y limitada de imaginación. Hasta ahora él se ha mantenido activo. Para hacer deporte no tienes que tener una suela para tocar tierra.
El camino más sencillo puede ser el más corto, pero se convierte en el más predecible…por lo tanto en el más vulnerable. Las mencionadas personas son sumamente exitosas sin reclamos a la vida, ni al Dios de su respectiva religión. Continúan haciendo lo que más les apasiona. Son embajadores, y porta voces que el diseño y creatividad no tiene fecha de caducidad ni respeta edades. Entonces ¿Tu creatividad está en silla de ruedas con vulnerabilidad visual? ¿O simplemente quieres que todo te caiga del cielo?
