Un forma de un tabloide de revista de espectáculos y como si todo se tratara de un chisme, la organización con sede en Toronto, Canadá, Woodgreen, la cual se dedica a ayudar a madres solteras sin hogar, toma una hoja de la cultura de los medios de comunicación para exponer los problemas de estas mujeres.

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Como si todo se tratara de un simple chisme o un escándalo entre celebridades, la organización Woodgreen presenta su nueva campaña de publicidad basada en hechos reales y vividos por las mujeres que aparecen en dicha campaña que toma posición en las portadas de revista como People o InTouch.

Actualmente la sociedad tiene una obsesión con las revistas de espectáculos y con el indagar sobre la vida privada de las celebridades que aparecen en televisión o en cine. Aprovechando ese recurso la organización con sede en Toronto, busca trasmitir el mensaje de muchas mujeres pero sobre todo madres solteras, con el fin de despertar el morbo y la curiosidad de las personas.

Presentando a madres solteras reales que luchan día con día por sacar a sus hijos adelante, con problemas como el desalojo, el desempleo y el no poder pagar las cuentas, el diseño de la campaña se centra en presentar dichos problemas en forma de chisme o de nota amarillista al frene de una portada sensacionalista.

Acompañada del lema “¿Qué pasaría si nos preocupamos por los que viven en la pobreza tanto como nos preocupamos por las celebridades?“, la campaña gráfica es acompaña de un comercial en forma de programa de espectáculos que presentan como si todo fuera un chisme, los problemas de estas mujeres. La campaña se centra en ayudar a conseguir fondos para que las madres solteras se mantengas, obtengan un trabajo, títulos universitarios y apoyo a sus hijos.

La directora creativa de la campaña Denise Rossetto dijo en una entrevista con CTV News, “Desafortunadamente, sabemos más acerca de Kim Kardashian que nosotros acerca de las mujeres que viven a un kilómetro de distancia de nosotros. Creemos que es divertido, leemos acerca de las celebridades, lo disfrutamos, no estamos diciendo que eso es malo. Sólo estamos diciendo que también deberíamos ser conscientes de lo que está pasando en la comunidad, además de divertirse … Cada historia fue relatada y retratada, de forma que despertara el interés”.

Los carteles se colocaron de manera gigante y fueron la “comidilla” en la ciudad de Toronto y ha atraído la atención de grandes medios de comunicación en la ciudad y más allá.

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