Todo les indicaba a los exploradores al ver esas marcas en el piso que por ahí había pasado alguien lo bastante grande o alto. El largo y ancho de su pisada lo determinaba así.
Estos dos hombres buscaban algún indicio de vida humana en ese territorio aún no explorado y por una simple pista podían pensar de la existencia de alguien y bosquejar su tipología, ellos, simplemente estaban proyectando, generando una hipótesis y recreando la imagen de alguien con el que se podían encontrar.

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Todo esto que podría ser el relato histórico de algún conquistador, no es más que lo que hasta hoy seguimos haciendo cuando vemos alguna marca. Vemos y construimos al ver nuestra realidad que tendrá componentes propios e inducidos.

Un período y lugar que podríamos considerarlo como el “logofest” justamente en un mundial o unas olimpíadas, hay marcas por todos lados y de todos los tipos y colores. Es una ebullición de formas tratando de conquistar tu ojo y esa porción de cabecita para que tu realidad cuadre y concuerde con su mensaje.

Seguramente cuando uno está frente a la realización de una marca, nunca la considera funcionando con otras, compartiendo su ego y espacio, podríamos pensar que es algo que hacemos sobre la idea de la negación porque debemos focalizarnos en lo que estamos haciendo y eso al menos suena como una buena excusa.

Marcelo Alvarez Bravo, colega chileno irrumpió en su muro de facebook, como muchas veces suele hacerlo y que disfruto mucho, preguntando a la red en su conjunto algo muy interesante con respecto a las marcas, esas que aparecen en los fondos de estrado para las conferencias de prensa. Cabe aclarar que la pregunta aplica al contexto global de aplicaciones cuando hablamos de convivir.

La pregunta que desató la tormenta
¿Cuál es la razón técnica por la que algunas logomarcas (identificadores) se destacan y se leen mejor que otros?

La pregunta creo que es ideal para desatar una tormenta perfecta y la catarata de visiones, teorías y estudios socio psico morfo y todos los lógicos posibles despertaron de inmediato a semejante enunciado desafiante entre signos de pregunta.
Hermoso momento para descubrir y descubrirnos envueltos en grandilocuentes teorías que todas guardan una porción de verdad propia sobre el tema.

Creo desde mi óptica que la mayor verdad viene desde la morfología y que el resto acompañan a la acción. Cuando digo, el resto, me refiero a los colores, tipografías, resoluciones gráficas, etc.
Está más que claro que las discusiones se centran sobre lo que vemos y no tanto en cómo vemos.

Para echar un poco de luz veamos que nos dice la ciencia con respecto a como vemos y para eso voy a citar un fragmento del libro Cavernas y Palacios de Golombek que expresa lo siguiente.

En el proceso evolutivo los humanos construimos nuestros sentidos de forma armónica y natural. Pero en caso de cegueras totales donde por medio de cirugías se logra reestablecerle la vista, aprender a ver no es un fenómeno sencillo, recrear los circuitos necesarios para identificar visualmente al mundo es una tarea que puede llevar muchos años. Podemos entender este fenómeno por estudios de deprivación sensorial llevado a cabo en animales que demuestran que, nuestro sistema óptico debe estar preparado para percibir y sentir la información ya que, de lo contrario, ésta carecerá de sentido. ¿Será esta luz interior la misma que, según los griegos, se desprende de la retina para iluminar el mundo?

La agnosia visual está siendo investigada como un trampolín para el mundo de las invenciones internas, el mundo de la conciencia. La pregunta es saber que grupos de neuronas son las responsables de este proceso de la sensación visual consciente, ¿será que hay neuronas responsables de estos fenómenos conscientes, o bien estos están generados por grupos de células que actúan concertadamente?

En los monos parece haber grupos de áreas que podrían responder a dos preguntas muy bien definidas: “¿qué es lo que estoy mirando?” y “dónde está lo que estoy mirando con respecto a donde estoy yo?”. La relación entre bananas y neuronas miradoras de bananas nos acerca a la cuestión de los llamados correlatos neurales de la conciencia, a los que justamente hemos llegado por la puerta de la percepción.

Agrego unas palabras de Facundo Manes que dice que se recuerda lo que emociona y que la gente resiliente es la que reinterpreta mejor la realidad y no la que la distorsiona.

Viendo un poco todo junto
Si ponemos junto todo lo dicho, lo que vemos y cómo lo vemos seguramente vamos a ampliar nuestra mirada con respecto a que pasa con las marcas solas y en convivencia con otras. Pensaremos un poco más allá de nuestros simples dibujitos y encontraremos que lo hecho es simplemente la punta de un gran iceberg y que difícilmente podamos definir nosotros mismos. Como diseñadores naturalmente vamos a pensar y defender eso que está ahí y se ve pero es hora que vayamos pensando un poco más allá de la cáscara y centremos más la mirada en cuestiones mucho más profundas a la hora de diseñar.

Al principio veíamos a dos hombres que por una huella interpretaban una supuesta realidad. Nuestro cerebro actúa de la misma forma, mira por nuestros ojos y ve por la parte trasera del cerebro en la zona del lóbulo occipital, rearmando y construyendo realidades.

El mundial está en juego aún y las guerras de marcas seguirán ahí, llenando páginas de portales de marketing, el lugar elegido para la contienda seguirá siendo un lugar de mucho atractivo visual, escucharemos hablar de vencedores y vencidos y nosotros seguiremos teorías de muchas otras ramas para respaldar nuestras ideas de diseño, pero a la hora de plasmar y dejar una huella, la amplitud de criterios y mirada generosa serán seguramente la mejor idea a poner en un papel.