Hace un par de días, DC Comics anunció su decisión de cancelar la portada de Batgirl 41, luego de la presión de grupos de fans en internet, pero no es el único caso, pues a lo largo de los años varias publicaciones han generado polémica pero ¿es intolerancia o censura?
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En el caso de Batgirl, DC Comics cedió luego de ser acusado de sexista, pero la realidad es que la portada por Rafael Albuquerque sólo buscaba homenajear a una de las más siniestras historias vividas por la heroína a manos The Joker: La Broma Asesina, creada por Alan Moore.
Ese capítulo es una de las histórias de culto más importantes, pero no a todas les parece así. Albuquerque defendió su trabajo bajo ese argumento, pero a la vez solicitó a DC Cómics cancelar su difusión tras recibir amenazas e intimidaciones.
La pregunta que surge es ¿se trata de intolerancia de la sociedad? Por años ha existido un debate acerca de que los medios —impresos y electrónicos— son los culpables de la difusión de la violencia en la sociedad, lo cual no ha sido comprobado en su totalidad.
Lo cierto es que algunas portadas, por más artísticas que sean, parecen lastimar los valores de la sociedad, algo que parece debe siempre tenerse en consideración a la hora de crear portadas para cualquier publicación.
Batgirl no es el primer caso, Durante 2014 el dibujante Milo Manara tuvo problemas por la portada de que realizó para Spider-Woman, pues se cuestionó a Marvel sobre el alto grado de erotismo que poseía la imagen.
Años atrás, durante julio de 2013, The New Yorker causó gran polémica luego de que publicara las siluetas de Bert y Ernie, los populares personajes de Sesame Street, abrazados. El motivo fue el decreto de inconstitucionalidad del acta en defensa del matrimonio que prohibía la unión de parejas del mismo sexo.
Un año antes, Time causó gran revuelo luego de presentar a una madre amamantando a su hijo de cuatro años. La portada fue criticada, pero su razón de ser fue la publicación de un reportaje acerca de las madres que sobre protegen a sus hijos.
Pero casi una década atrás, Vanity Fair (1991) dio la vuelta al mundo con la portada en la que aparecía la actriz Demi Moore desnuda y embarazada. Los grupos más conservadores criticaron la publicación, pero la protagonista de Ghost y Striptease inició una tendencia que otras celebridades seguirían.
Quizás una de las publicaciones más polémicas de todo el mundo es el semanario francés Charlie Hebdo, el cual incluso sufrió hace algunos meses un atentado a manos de islamistas radicales y cuyo ataque dejó 11 muertos.
En algunos casos se trata de censura e intolerancia, pues algunas temáticas continúan siendo sensibles, pero la cuestión es que a la vez se puede estar violando el derecho de libre expresión, el debate seguro volverá cada que surja de nuevo una portada como la de Batgirl 41.
