Uno de los emblemas más representativos de  de la arquitectura de la Ciudad de México es la Torre Latinoamericana, construcción que está cumpliendo 60 años y  que en su época y durante muchos años fue un ejemplo de innovación tanto en su diseño estructural como en el aspecto que hasta entonces había tenido la capital mexicana.

El autor de este primer gran rascacielos mexicano  es el arquitecto Augusto Álvarez y su construcción tuvo una duración de diez años desde que se concibió hasta que se inauguró, el 30 de abril de 1956. Durante muchos años, hasta 1972, fue el edificio más alto de mundo, sin contar a los EStados Unidos y su diseño y estructura significaron un ejemplo para arquitectura y la ingeniería por su alta resistencia ante sismos.

Además del arquitecto Álvarez, en el diseño de este edificio intervinieron el doctor Leonardo Zeevaert y el arquitecto Alfonso González Paullada, quienes con base en una investigación del subsuelo lograron desarrollar un modelo consistente en una cimentación profunda de pilotes capaces de soportar impactos sísmicos en la estructura de acero recubierta por vidrio y aluminio,

Esta torre, que se ha constituido como un emblema del paisaje urbano de la Ciudad de México, tiene un total de 44 pisos que, de los cuales cuatro fueron ocupados por la compañía que financió la obra, Seguros La Latinoamericana y el resto, puestos a la venta y alquiler.

En su parte más alta, la Torre Latinoamericana tiene un mirador abierto al público desde el cual se puede apreciar prácticamente toda la urbe, la ubicación del inmueble, en el Centro de la ciudad, permite observar a la ciudad desde un sitio muy privilegiado.

El estilo arquitectónico de este edificio que se levanta a una altura de 181.33 metros es un funcionalista que ha resistido el paso del tiempo y ha evitado remodelaciones que podrían haberle quitado mucha de su esencia visual tanto a la torre como al espacio urbano que ocupa, junto con edificios tan emblemáticos de México como el Palacio de Bellas Artes, el Palacio POstal, el edificio La Nacional o la Casa de los Azulejos.