Tras el asesinato de los caricaturistas franceses que publicaban para la revista satírica Charlie Hebdo y de dos policías en París, atribuído el atentado a extremistas islamistas, “como venganza por el honor” del profeta Mahoma fundador del islam, los medios internacionales se han encargado de difundir esta postura terrorista como un atentado contra la libertad de expresión, sin embargo, más allá de lo trágico en lo sucedido es importante reflexionar sobre la fuerza de las imágenes como herramientas ideológicas en el marco histórico-cultural que da contexto a este problema entre franceses y musulmanes.

Notas relacionadas
3 tendencias de diseño en objetos
Imágenes en Voz Alta
Diseño: una voz al cambio climático

La complejidad del asunto va más allá de la libertad de expresión que se ha esgrimido como rechazo político y social contra los perpretadores de los hechos, la cual (libertad de expresión) es un concepto que defiende la hegemonía de la cultura occidental sobre otros pueblos y otras culturas, porque igualmente observamos fundamentalismos judeocristianos y esos no son cuestionamos de la misma manera; este conflicto religioso es milenario y va desde que los franceses se involucraron en las cruzadas con el fin de recuperar “los santos lugares” en siglo XI, pasando por la época moderna cuando Francia se asume como Imperio colonial sobre regiones africanas y el neocolonialismo hasta nuestros días con el proceso globalizante del neoliberalismo.

Si recordamos la obra de Serge Gruzinsky, “La Guerra de las Imágenes”, debemos considerar que las imágenes están dotadas de construcciones ideológicas, que forman parte de una postura política-económica, que pretenden dar una identidad a las culturas sometidas por los colonizadores.

Así, todo generador de imágenes desde el punto de vista occidental tiene el derecho a la libertad de expresión como parte de su desarrollo integral humano, sin embargo, toda libertad tiene una responsabilidad enmarcada por el contexto cultural que matiza su contenido y sugiere un análisis más profundo para inferir su nivel de transgresión.

Lorena Flores Ruiz, licenciada en Relaciones Internacionales, hace un interesante análisis sobre las relaciones entre la religión islámica y la República Francesa destacando el resultado de la ocupación territorial de Europa en territorio africano y su reparto por parte de las potencias europeas durante el siglo XX.

Enrique Dussel, en su artículo “La crítica de la teología se torna en la crítica de la política” hace un análisis interesante sobre cómo se interpreta la violencia irracional islamita para justificar y aumentar la violencia irracional del neoliberalismo político-económico en nombre de la “democracia”.

El semanario Charlie Hebdo, anteriormente se había identificado por crear contenido de ultra derecha, contando con un equipo eficaz de colaboradores, redactores y dibujantes para dejar entrever su clara afinidad política sirviendo a intereses particulares que parecieran justificar el racismo contra los musulmanes.

El aporte de mano de obra que ha representado el pueblo musulmán a Francia contemporánea es inconmensurable, se debe recordar que después de la Segunda Guerra Mundial la reconstrucción de dicho país estuvo a cargo de musulmanes que se establecieron para formar parte de la sociedad francesa, lo que incluye estar bajo la ley de República, situación que suele causar discrepancia con los ideales islámicos.

También es importante señalar que el islam es la segunda religión con más adeptos en Francia sumando aproximadamente 3,550,000 fieles; los musulmanes representan el 6% de la población. Datos que influyen dentro de la dinámica política y económica de Francia.

No hay inocencia de la imagen cuando ésta transgrede e incita al racismo y por nada se puede justificar la violencia por venganza cuando se vive de acuerdo a la ley que rige un país. El reconocimiento de las diferencias y de la otredad debe armonizar la convivencia para buscar el diálogo así como el respeto.

yesterday

je suis charlie

charlie h

charlie_hebdo_antireligion

kissing_hebdo

charlie hebdo 1