Queda claro que los clientes son las personas que sueltan el dinero para poner en marcha los proyectos, pagar sueldos y tener para comer. Pero también es verdad que hay de clientes a clientes, algunos más soportables que otros, pero de plano existen algunos con los que no se puede trabajar y tener una comunicación sana y amigable.

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Los mismos clientes creen que como ellos son los que pagan y saldan deudas, pueden hacer a su gusto el trabajo de los demás, en demasiadas ocasiones creen que tienen la razón y sólo quieren que se cumplas sus caprichos y gustos sin tomar en cuenta las observaciones y aportaciones de los diseñadores o el equipo creativo.

Existen muchos tipos de clientes, desde los problemáticos, los desorientados o los mudos, pero eso si, cada uno en su planeta personal totalmente incomprensible y sin compostura alguna.

Para saber más acerca de los tipos de clientes con los que ningún diseñador se quiere topar, a continuación, te presentamos ocho de éstos que harán que tu cabeza explote y probablemente nunca duermas:

1. Los cliente desordenados
Para que un buen diseño o campaña de publicidad funcione se necesita una planeación y un orden, por lo que es necesario conocer la estructura y jerarquía de la empresa o persona para la que se está trabajando, pero por desgracia, en muchas ocasiones, no se cuenta con un orden que permita un trabajo fluido, al contrario, el mimo cliente pone las trabas al no contar con la información en orden.

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2. Los clientes abusivos
Este es un cliente frecuente con el que probablemente se tenga que lidiar en más de una ocasión, ya que se distingue por llamar a todo momento pidiendo cambios, aclaraciones, y todo para ayer. Pedir trabajo extra si un pago extra es su especialidad.

3. Los clientes fantasmas
Es el tiempo de cliente que representa a una empresa, pero que al poco tiempo desaparece y se presenta uno nuevo, y así en repetidas ocasiones, lo cual interrumpe el proceso de elaboración y se pierde tiempo en explicaciones y re-diseños.

4. Los clientes mudos
Para que se logre un diseño exitoso, es básico mantener comunicación, hacer críticas constructivas y un feedback con observaciones, pero los clientes mudos nunca dicen nada y aceptan todo lo presentado, cuando lo más correcto es pedir una retroalimentación por parte de los clientes.

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5. Los clientes limosneros
Es el que cuenta con muy poco presupuesto pero pide un trabajo de millones de dólares y que luzca perfecto y sin errores a la primera, ya que su principal objetivo, es hacer rendir su inversión. Se involucra demasiado en el proceso de trabajo y molesta a cada momento con cambios y no valora el tiempo de los diseñadores.

6. Los clientes tardados
Es le que siempre se tarda para todo, tanto para llegr a tiempo a una cita de trabajo, como para pagar. Esto hace que el trabajo se atrase y no se cumple o entregue a su debido tiempo.

7. Los clientes mentirosos
Esos que aparentan tener dinero y a la mera hora se llevan el trabajo prometiendo pagar al siguiente día. En este caso el diseñador debe ponerse a la defensiva y si el cliente no paga, no se entrega ni se presenta el trabajo, con el cuidado de que no se copie.

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8. Los clientes misteriosos
Son esos que siempre actúan como si ocultaran algo, desde una movida ilegal o algo poco ético como el robo de conceptos, por l o que se recomienda investigar el historial de trabajo de esa persona con la que se planee trabajar antes de tomar cualquier decisión.