A través de la grana cochinilla, ancestral técnica de coloración natural que surgió en el territorio que hoy ocupamos los mexicanos, ha sido posible que diferentes disciplinas artísticas y creativas se hallan desarrollado alrededor del mundo.

De este tema se aborda en la edición digital de Paredro en febrero y te mostramos a continuación un breve extracto:

Las manifestaciones creativas de toda índole poseen orígenes diversos y son muchos los momentos capaces de determinar las condiciones de distintas técnicas de generación de objetos de arte, en el caso de las disciplinas visuales no hay excepción y uno de sus elementos fundamentales tiene origen en una invención mexicana: la grana cochinilla.

De origen prehispánico, la grana cochinilla logró desarrollarse en diferentes regiones de la América de antes de la Conquista española, su origen surge de pequeños insectos que se alojan en plantas como magueyes, nopales y otros cactus; a través de su desecación y mezcla con distintas sustancias ácidas puede generar un pigmento rojo, mismo que al mezclarse con otros químicos naturales puede generar toda una gama de colores.

Esta aportación logró revolucionar, alrededor del mundo, el campo de la confección de prendas y también el mundo de las artes pictóricas y plásticas en general. Los europeos se encargaron de llevar a a la grana cochinilla a sus países para concretar.

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Paredro, portada del mes, febrero 2018
Paredro, portada del mes, febrero 2018