Con la fotografía de emulsión, que antaño estuvo en auge y hoy se limita a una actividad creativa más bien testimonial, solían hacerse composiciones visuales muy imprtesionantes a partir de la doble expocisión.
Esta acción se llevaba a cabo con el diafragma cerrado, exposiciones fijas largas y un gran control de la tyécnica tanto al disparar como al revelar e imprimir en el cuarto oscuro.
Hoy con las herramientas digitales al alcance de un número cada vez más alto de creativos visuales, las composiciones de doble exposición se logran con mayor facilidad y suelen desarrollar de manera paralela sus contenidos para mostrar temáticas divergentes entre los elementos capturados, por eso, en medio de esta tendencia generalizada, encontrarse con ejemplos creativos que aluden a la doble exposición resulta por demás interesante.
Tal es el caso de esta serie de tatuajes desarrollados por el creativo Andrey Lukovnikov, quien juega con este tipo de imágenes y los coloca en el lienzo que representa la piel humana, el resultado es inspirador:
