En ocasiones te preguntas por qué tus ingresos no te alcanza, por qué los ahorros desaparecen y por qué no ganas más; esto se debe a que a veces no te percatas de ciertos hábitos que te impiden ganar dinero o ahorrarlo de forma correcta.
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Algunos expertos afirman que te puedes convertir en millonario en tan sólo 10 o 20 pasos, pero la realidad es que la situación para cada persona es distinta, además de variables como coincidencias, ayudas especiales u otros azares.
Pero no basta con quedarse cruzados de brazados, la acción forma parte del éxito y debes aprender a reconocer, así como evitar, estos hábitos que te impiden ganar dinero.
- Posponer las cosas:
No hay peor vicio que la procrastinación, es un mal hábito que afecta a muchas personas, puesto que lo que saldría en un momento sale tiempo después, esto genera retraso, desactualización e incluso fallas por falta de revisión debido a la premura. - Permanecer en tu zona de confort:
Aventurarnos a nuevos retos siempre da un poco de miedo, por lo que muchas personas se quedan estáticos en la comodidad, esto no trae ningún riesgo, pero tampoco beneficios. - No seguir aprendiendo:
Creer que lo sabes todo es un error no sólo de prepotencia, sino también de limitación, pues el aprendizaje tiene que ser constante y hacia muchos horizontes, no solamente a el área de interés. - No tener objetivos claros:
Establecer metas a corto y mediano plazo te permite mantenerte motivado y conectado, además de mantenerte organizado y siempre al pendiente de las prioridades. - Gastos hormiga:
Los gastos menores que consideramos pequeños y que no afectan, son los que podrían desbalancear la economía. Realiza un conteo mensual de cuánto te gastas en gastos de menos de $100 pesos, súmalos y verás que estos forman una cantidad importante. - No establecer un presupuesto mensual:
Conocer tus finanzas, gastos y ganancias te permiten mantener equilibrado tu presupuesto y ahorros. - Ahorrar sólo lo que sobra:
Un plan de ahorro es fundamental para crear una solvencia económica, pues sí sólo recolectamos aquello que “nos sobra” nunca nos pondremos límites, es necesario establecer una cantidad mínima para resguardar. - Pensar negativamente:
No es cuestión de “echarle ganas” es saber reconocer y aprender de ellos pero sin dejar que te consuma el fracaso. Es comprensible pensar en escenarios negativos y positivos para conocer las posibilidades, pero si permaneces sólo con lo malo, te auto-programarás para perder. - No invertir en tu trabajo:
Los empresarios utilizan sus ganancias para abrir nuevos negocios, esto se podría trasladar al área creativa al invertir en materiales de mejor calidad, herramientas modernas e incluso en aprendizaje de nuevos conocimientos. - No promocionar tu trabajo adecuadamente:
Muchas veces olvidamos, por pena u orgullo, que todas las personas pueden convertirse en un nuestros consumidores y por ello no ofrecemos nuestros servicios. Recuerda hacerlo de manera sencilla, creativa y sin ser invasivo, tu trabajo hablará por ti mismo y los clientes satisfechos son la publicidad más efectiva.
