Tu equipo fotográfico es delicado y debes cuidarlo en todo momento, tenemos para ti las siguientes cuatro recomendaciones para que tu cámara y todos sus accesorios estén siempre en buenas condiciones.

Protege tu cámara
Utiliza siempre una correa para sostener tu cámara colócala alrededor de tu cuello. Existen además correas para colocarse en la mano que permiten sostener el equipo con mucha mayor seguridad. Para transportar el equipo, nada como una mochila acolchada que evite golpes fuertes que puedan dañar tu material de trabajo.

Protege tus lentes
Para la protección de los lentes existe una amplia gama de filtros. Los UV y los skylight son lo más comunes y además de eliminar los efectos del sol en tus fotografías, evitan rayones en el vidrio de tu objetivo. Existen también protectores para el otro extremo de la lente, úsalos cuando no ocupes el equipo y mantenlos siempre así a salvo.

Limpia a conciencia
Para limpiar tu equipo no utilices solventes ni líquidos que contengan agentes nocivos que puedan generar desgaste en tu equipo. Lo mejor es utilizar aerosoles con aire comprimido a una distancia prudente y paños de fibras naturales que no rayen ni el gabinete ni tus lentes. Si de plano crees que no puedes lograrlo sin riesgos, acude mejor a un servicio profesional.

Aprende a escuchar a tu equipo
Para colocar la lente en el gabinete de tu equipo fotográfico o el flash o cualquier otro accesorio externo sin accidentes o roturas debes seguir esta sencilla regla: si hace “click”, todo va bien; si más bien suena algo como “crash”, estás en serio problemas. Las cámaras fotográficas deben funcionar sin fuerza extrema, cada elemento se coloca con un pequeño juego y es necesario que así lo entiendes y lo lleves a la práctica.

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