No importa el área de especialización creativa en el que estés inmerso, necesitas alimentar tu imaginación para generar nuevos proyectos. ¿No sabes cómo hacerlo? A continuación se enumeran seis soluciones que están a tu alcance cuando desarrollas trabajos tanto de manera individual como en conjunto.

1.- Lluvias de ideas
No todos apoyan este tipo de técnicas  porque seguran que propician más bien estatismo en un equipo de trabajo y resulta más provechoso cuando se trabaja de manera individual… en todo caso lo ideal es no llegar de cero a las reuniones creativas, sino preparar ideas concretas que de seguro se van a enriquecer en la discusión.

2.- Tu lugar de trabajo
El lugar donde llevas a cabo tu trabajo merece ser renovado en beneficio de tu creatividad y sus alcances. Juega con el color, convierte tu espacio en un sitio más ergonómico y funcional, coloca elementos visuales que te hagan sentir cómodo y encuentra la inspiración necesaria que necesitas en tu lugar de trabajo.

3.- No caigas en rutinas
Cambiar la rutina tiene muchas ventajas que inciden directamente en la creatividad: si comes cosas distintas cada día tu salud lo agradecerá, si cambias tu ruta diaria para el trabajo u otro lugar al que te dirijas vas a encontrar nuevos elementos de inspiración y tu mente se alejará de convencionalismos.

4.- Improvisa
Hablando de cambiar de rutinas, esa condición propicia que la capacidad de encontrar soluciones se afine. Aprende a improvisar y a encontrar la respuesta que el proyecto exige cuando lo que se tenía planeado no gusta o no es funcional.

5.- Entabla el diálogo
Son esenciales las juntas creativas y las lluvias de ideas porque el contacto entre las personas propicia que se genere una discusión valiosa que permita afinar los detalles creativos de tu trabajo.

6.- Conoce tus propios alcances
Si conoces tus límites también sabes cuáles puedes romper y a cuáles trabajos -francamente- puedes decir que sí y a cuáles no. Conocer tus límites podrás potenciar tus alcances.