La tipografía es la voz de la marca, porque dependiendo de su estilo se podrá calificar su imagen de fría,sofisticada, o seria, entre otros adjetivos, el objetivo es tratar de convencer al posible consumidor de los atributos que se tienen y lo que la distingue, y eso va de la mano del diseño.

La meta es elegir una buena tipografía, y eso es una habilidad que requiere un diseñador gráfico, porque se trata de una decisión de diseño que afectará la propuesta de la identidad visual de la marca, y para no fallar hay que realizar una amplia investigación.

Existen tres elementos fundamentales para elegir una tipografía, opina Juan Carlos Yto, Director de Arte de BrandLab, la primera es que la tipografía debe alinearse completamente a la identidad verbal de la marca, es decir la voz debe ser coherente con el uso de palabras e imágenes.

Segunda, la tipografía debe diferenciar a la marca del resto, es una buena estrategia observar a los demás para comunicar diferente.

Y la tercera destaca el especialista debe ser una buena tipografía debe ser capaz de conectar con la audiencia, invitar a ser leída, así como una buena voz pide ser escuchada.