Una de las formas con las que cuenta una empresa para promocionar sus productos o servicios es a través del folleto, que pese a ser un soporte impreso, aún es de gran utilidad, pues no todo el público está acostumbrado a consultar los medios electrónicos para informarse sobre algo.
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La gran diferencia —además del soporte— entre el electrónico y el impreso es que los errores se pueden modificar en el primero, mientras que en el segundo no se puede y no es medible tan certeramente en su impacto, por ello es imprescindible contar con un buen diseño.
1. Correo directo
Este folleto se envía vía correo tradicional a clientes. Debido a que se envía sin previa autorización es deber del diseñador crear algo muy atractivo, pues la mayor parte de las ocasiones pasa desapercibido. Además debe transmitir información compleja y llamar a la acción.
2. De ventas
Son una herramienta de apoyo para el equipo de ventas, pues señalan puntos clave de los productos o servicios. Son más útiles cuando se tiene una amplia gama de productos y si la información es compleja. En cuanto a diseño, estos deben destacar las principales características y beneficios de los productos o servicios con titulares, viñetas, gráficos e imágenes.
De respuesta
Estos se envían a prospectos que solicitan información, por lo que se puede ahorrar espacio en la introducción de la empresa. Pese a que el usuario ya cuenta con algo de información, no se debe obviar y el formato debe ser atractivo y fácil de leer. Además, de nueva cuenta tener imágenes atractivas y en grandes formatos de ser posible, para que el lector pueda ver con más detalle.
Fotos: Bella Huang
