En Diseño Gráfico y Web es común trabajar en proyectos como independiente, y para no morir en el intento debemos tener claro 4 tips que nos pueden salvar la vida, tanto financiera como creativamente hablando:

1. Siempre ten en claro de que trata el proyecto: Es decir definir los límites y labores tanto específicas como generales del diseño a realizar, con ello sabremos su nivel de complejidad, porque a mayor complejidad implica mayores horas de trabajo, recursos y equipo de apoyo tales como fotógrafos, impresión, programación y demás. También es bueno tener presente los contenidos sobre todo lo que respecta a imágenes, música y demás elementos que implican derechos de autor y costos adicionales de producción y contratación.

2. Delimita número de ajustes y cronograma de trabajo: Ser claros con nuestros clientes sobre hasta dónde va nuestro trabajo: número de propuestas y ajustes, así como dejarle en claro que futuras modificaciones y actualizaciones se cobran de forma independiente, todo esto enmarcado dentro de un cronograma claro y específico.

3. Asegúrate un anticipo por tu trabajo: Ya que no eres agencia ni tienes un pool de abogados entre tus empleados, solicitarle a tu cliente un anticipo es importante para asegurar un mínimo en caso de caerse el proyecto; no dejes a la deriva tus ingresos y menos el tiempo y dedicación puesta en pro de una idea. Es recomendable un anticipo mínimo del 30% del valor total y el restante pactarlo contra entrega. Recuerda siempre tener presente en tus cuentas de cobro las deducciones e impuestos que se debitan de la cuenta final por parte de la empresa o cliente.

4. No abandones un buen cliente: La posventa es vital haz que tu cliente sienta que trabajar contigo es un continuo proceso, ofreciéndole nuevos servicios, reportes, descuentos y más, con ello lo fideliza y se convertirá en un promotor de tu trabajo.