El Red Bull tricampeón
Diseñado por Adrian Newey –también creador de autos ganadores para McLaren en Williams en los años 90– rompió la hegemonía de los llamados equipos grandes (Ferrari y McLaren), consiguiendo la mayoría de las poles (posición de privilegio para iniciar una carrera) y un gran número de victorias a lo largo de los últimos tres años. Su secreto ha radicado en lograr un auto muy veloz y de gran fiabilidad.