Recientemente un estudio realizado por Adlatina, realizó seguimientos de 600 productos y 20.000 pruebas, en donde se descubrió que sólo el 10% de los productos que se lanzan al mercado tienen éxito, incluyendo entre las razones de altas ventas, la influencia del diseño.
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Entre los factores para que un producto logre un éxito ante el mercado y las ventas, se encuentra el diseño del producto, ya sea por su funcionalidad, comodina o su diseño de empaque y embalaje.
Se dice que de todos los productos que se lanzan al año al mercado, sólo el 10% de éstos, logran penetran los hogares y las mentes de los consumidores. Pero para que el posicionamiento de un producto dure y se naturalize dentro del mercado debe ser investigado y analizado a profundidad, sobre lo que aporta y la necesidad que cubre.
En una reciente investigación realizada por Adlatina, se presentó un estudio basado en el seguimiento de 600 productos y pruebas de 20.000 conceptos. De dicho estudio surgieron doce pasos dididos en cinco etapas, las cuales son recomendables que toda empresa siga antes de lanzar un producto nuevo y mejorar sus oportunidades de éxito.
Estas cinco etapas son aplicables para la elaboración de un diseño, el cual influye mayormente en el éxito y compra de un producto. A continuación te presentamos estas cinco etapas y doce pasos para tener un producto duradero:
1. Etapa de prominencia:
Propuesta diferente: consiste en evaluar si el producto realmente ocupa un nicho diferencial en el mercado, si es una innovación real y si la gente lo va a querer.
Captura de la atención: por muy innovador o útil que sea un producto, si se quiere vender tiene que llamar la atención. Por ello, hay que centrarse en el interés y el reconocimiento.
2. Etapa de comunicación:
Conexión del mensaje: el producto tiene que publicitarse a sí mismo cuando el consumidor está decidiendo qué comprar. A través del envoltorio o la etiqueta hay que dejar claro al consumidor qué es lo que hace ese producto.
Crear un mensaje conciso: la gente no va a dedicar mucho tiempo a leer una etiqueta, por lo que es importante crear un mensaje corto, amable y directo.
3. Etapa de atracción:
Necesidad/Deseo: es muy importante, sobretodo entre aquellos consumidores que tienen mucho cuidado con el dinero, que el producto responda a una interpelación real del consumidor. Los atributos más importantes para lograr este éxito son la conveniencia y la facilidad de uso.
Ventaja: es importante explicar por qué el producto seguirá siendo diferencial. Cuando se actúa en un mercado donde el consumidor tiene varias opciones similares entre las que elegir, hay que hacer que la ventaja sobre el resto sea lo más clara y atractiva posible.
Credibilidad: por mucho que se diga con el packaging, la publicidad o los cupones, el consumidor tiene que creerse tanto el mensaje que recibe con el producto en sí, ya que le cuestan dinero. Para ello, hay que entender de dónde viene la credibilidad, si se confía en la marca y si los consumidores de determinado nicho están dispuestos a confiar en una marca nueva.
Desventajas aceptables: casi todos los productos tienen desventajas, por lo que es importante identificarlas y asegurarse de estar por delante antes de que el consumidor las señale. Esto consiste en asegurarse de que los inconvenientes no serán un obstáculo para el éxito del producto.
4. Etapa del punto de venta:
Facilidad para encontrarlo: por mucho que un producto sea el mejor o el más innovador, si el consumidor no lo ve, no lo sabrá. Por ello hay que determinar su visibilidad, cuál es su público y cuál es la mejor forma de que éste lo vea.
Costos aceptables: el consumidor tiene que sentirse cómodo con el coste que tendrá comprar y utilizar ese nuevo producto. No se trata sólo de dinero, sino que abarca desde el precio hasta cualquier otro tipo de atributos.
5. Etapa de resistencia:
Cumplir expectativas: una vez que el consumidor queda expuesto al mensaje de la campaña, el producto tendrá que cumplir sus expectativas. Por ello, hay que asegurarse de que el producto es, al menos, tan bueno como se afirma en la publicidad.
Productos leales: muchas empresas suelen tener un producto que es líder en la industria. Pero para mantener ese éxito es importante que los productos sean leales. Por ello, aunque se cumplan las promesas hay que evitar la complacencia y el conformismo y, en su lugar, construir y fomentar la lealtad hacia el producto manteniéndose en la vanguardia del mercado.