Adaptar pantallas a cualquier formato para que un sitio o aplicación sea visible en cualquier dispositivo va más allá de corregir tamaños, y es que cada dispositivo tiene sus necesidades técnicas y de audiencias muy específicas.

A continuación se enumeran las cinco reglas básicas para hacer diseño adaptativo o responsive de éxito y no morir en el intento.

1.- Adapta los contenidos reales
No acudas tanto al famoso “Lorem Ipsum”, mejor coloca los contenidos reales que deberán adaptarse y así evitarás numerosas correcciones posteriores y adaptaciones en tamaños de fuente o de espacio disponible en pantalla.

2.- Identifica a tu público
Si conoces qué tipo de dispositivo utiliza más tu público sabrás con mayor claridad de qué manera debes adaptar tus contenidos en pantalla. Lo esencial es que desde cualquier tipo de aparato digital se pueda acceder a la página web.

3.- Liga el portal con redes sociales
Si se tiene acceso y registro al portal por medio de las redes sociales más populares es posible generar un mayor tráfico. Coloca ligas en el propio portal y abre la posibilidad de compartir sus contenidos en esta modalidad.

4.- Privilegia un diseño simple
Si bien no deben faltar las funciones más importantes y la posibilidad de realizar acciones precisas desde cualquier dispositivo, tampoco puedes permitir que tu pantalla se sature de elementos. Piensa siempre en un diseño sencillo.

5.- Tampoco pierdas la esencia del portal
El punto tratado con anterioridad no es sinónimo de perder la esencia del portal, la cual debe distinguirse por medio de los colores, tipografía e identidad visual del sitio web y la marca que representa.