No se trata de que seas un obsesivo de la perfección, pero sí hay que poseer actitudes incisivas en la profesión del diseño y otras disciplinas de la creatividad visual. A continuación, te recordamos seis actitudes que hay que expresar para lograr objetivos concretos en tu actividad cotidiana.

1. No estás diseñando, estás resolviendo problemas
Hacer que las fotos o imágenes se vean bonitas es parte del proceso, pero no sólo se está haciendo eso. El proceso de pensamiento comienza con la comprensión de las necesidades cliente, el producto y el público, así como el desafío único que se está tratando de resolver. Los hechos, ideas y detalles que descubrir al hacer esto son el principal combustible para la creatividad. Se debe saber y entender antes de empezar a diseñar.

2. Se empieza con palabras y se termina con imágenes
Las ideas vienen antes de la ejecución y por lo general se sabe cómo controlar el impulso de empezar a diseñar de inmediato.
Pensar acerca de los atributos y las metáforas que revelan la verdad acerca del producto es parte de la rutina diaria. En este mundo, el pensamiento estratégico viene antes que cualquier edición digital.

3. Saber la diferencia entre la perfección y el trabajo duro
Van a desechar muchas ideas y diseños antes de descubrir cuál es el concepto correcto. El secreto es que no hay ningún secreto, sólo el trabajo duro. Pero también se debe saber cuando se ha realizado lo mejor y esforzarse de más, aveces no tiene sentido. Tienes que conocer los propios límites y lo que hace poderoso al desempeño.

4. Obsesionarse con ciertos detalles, y saber exactamente por qué
La obsesión no es la actitud que se busca, pero a veces es capaz de acercar a ciertos logros. Puede ser esa es la razón por la que eres un diseñador . Al final del día, son siempre los detalles los que hacen que el trabajo sobresalga.

5. Saber cómo hablar y vender
Todo lo que se ha comprado en la vida tuvo que ser vendido antes y la misma verdad se aplica en tu trabajo. Vender es el arte de hacer que el cliente entienda cómo y por qué las ideas ofertadas cumplen con sus objetivos. Si se descubre esto, el resto será historia.

6. No tener miedo de ir contra corriente
Todo el mundo está enfocado al diseño plano en estos días. Si, se ama, pero también es debido saber que no es la respuesta definitiva del por qué existe el universo. No siempre se tiene que seguir las tendencias, en ocasiones es necesario abandonar todas las tendencias y hacer lo que se debe hacer cuando el proyecto lo requiere. Si eso significa crear un botón brillante cuando todo el mundo crea uno plano, que así sea. No tener miedo de hacer olas cuando hay una razón perfectamente válida para hacerlo.