Todos alguna vez gritamos con la desesperación de un niño al verlo: ¡Mirá, mirá, vení, mirá, El Arco Iris!!!
Ahí estaba, impactante, mágico, virtuoso e inalcanzable, mostrándose juguetón en la atmósfera, reafirmándonos una vez más que la vida es maravillosa.

Notas relacionadas:
En nombre del buen diseño
Hacer diseño entre lo dicho y lo hecho
Mis cinco (5) NO en el diseño

Print

Sus colores nos hacen soñar y descifrar que el rojo representa el amor y la pasión, el naranja para recordarnos de la abundancia y generosidad de la tierra, el amarillo donde se engendra la felicidad, el verde que como siempre será la esperanza, el azul la vida, el índigo esperando que no nos olvidemos de la noche y los sueños y para terminar el violeta, que como es su costumbre nos reafirmará la necesidad de paz.

Para descubrirlo y disfrutarlo vamos a tener que estar dispuestos a tolerar una lluvia y hasta quizá mojarnos porque olvidamos nuestro paraguas.

Nuestro trabajo tiene color

Reformulemos nuestro título reconociendo que el diseñador no se proyecta a color, los bocetos son monocromos, son grises como los nubarrones que harán llover sobre nuestra hoja las propuestas necesarias para establecer la idea.

Las nuevas generaciones seguro piensen diferente, pero yo no puedo interpretar la gestación de otra forma. Mi formación y mi espectro generacional entienden al color como una etapa de aplicación y no de generación. En mi la formación de colores en CMYK es en forma ciega, jugando porcentajes en fríos números emulando a NEO en Matrix. Mis inicios en la digitalización del oficio fueron con ordenadores en escalas de grises que no expresaban el producto de la misma manera a lo que podemos sentirlo hoy, de ahí que aprendí a expresarlos sin la necesidad de verlos.

Reafirmo que en nuestra hoja debe desatarse una tormenta para que se descubra el color, tiene que haber luz física para que se reflejen en los objetos y tiene que haber luz espiritual para entenderlos, combinarlos, disfrutarlos y sentirlos.

Seis palabras del alma para el color

Quiero descubrir en las palabras de quienes nos pueden hablar del color con la belleza antes que el tecnicismo intelectual de una clase universitaria, que sólo nos reportará información para el regodeo intelectual.
Escuchémonos leer, cerremos los ojos y veamos el color transitar a través de nuestras sensaciones.

“Así, en algunos días imaginativos, mi cerebro es como los cristales de un ventanal, por los cuales viera bellezas fantásticas, formas maravillosas y los más ricos colores. Otros días, veo sólo a través de unos cristales empañados y grises, y todo es un hacinamiento de inmundicia, llamado Vida.”  – Isadora Duncan

“Y no hables más muchacha, corazón de tiza. Cuando todo duerma, te robaré un color.” – Luis Alberto Spinetta

“Trato de aplicar colores como palabras que forman poemas, como notas que forman música.” – Joan Miró

“La vida es un pañuelo, es un hermoso juego, es un instante de pólvora y colores y nada más.” – Luis Alfredo Arango

“El color es un medio para ejercer influencia directa sobre el alma: el color es la tela, el ojo el macillo, y el alma es el piano con sus cuerdas.” – Wassily Kandinski

“El color no añade calidad al diseño, lo refuerza.” – Pierre Bonnard

Poniendo blanco sobre negro

¿Nos aporta hablar del diseño desde el diseño mismo?
¿Nos abona la mirada el contarte la forma en que vas a diseñar mejor?
¿Te catalputarán al profesionalismo los cinco EASY TIPS que pueda escribirte en esta columna?

Mi respuesta es claramente, no. El diseño está entre nosotros, en la mirada a través de la venta, en la calle, en el colegio, al encontrarte frente al espejo del baño y ver con patética realidad tu cara al despertar. Ahí estarán las cosas que luego uno traduce en el papel, ese reflejo que la luz transmite y da color a tus intenciones.

Estoy seguro que a todos nos deja mucho más tranquilos saber que el color es la sensación resultante de la estimulación de la retina del ojo por parte de determinadas longitudes de onda de la luz y que la recepción de la misma que impacta en las células sensibles del ojo en distintas longitudes de onda produce como respuesta una estimulación de distinto grado, a la cual consideramos “color”.

Es raro explicar muchas veces como se enseña o se aprende a diseñar, recuerdo una vez que mi asistente estaba trabada en el proceso de resolver o de decidir y le pedí que buscara de la película Fiebre de Sábado por la Noche la escena donde Tony besa a su compañera. ver video

Ellos bailan sobre el centro de la pista y todo transcurre en un crisol de rojos, naranjas, amarillos y algunos tímidos destellos celestes hasta llegar al momento donde todo se hace íntimo, están los dos solos y se besan bajo un azul océano. Toda la pantalla se tiñe de intimidad y vida, las palabras nunca estuvieron tan bien puestas como en ese pasaje donde la música y los colores nos hablaban tan brillantemente.

Encontré en esa escena la forma de explicarle, como uno manipula por medio de la mirada reflexiva, el espacio y con el aporte del color logra el efecto emocional en las operaciones de comunicación tanto para una pieza estática como para una en movimiento, como lo es una película.

Todo seguirá en este mundo su curso y se continuará dictando en clase teoría del color como debe ser, pero para mí, el traje blanco con camisa negra de Tony Manero es lo más cool que hasta ahora vi.