Una de las principales problemáticas al realizar un trato de negocios es el de cobrar anticipo, pues creemos que al hacerlo el cliente se sentirá ofendido y ya no querrá nuestro servicio. Es necesario que como profesionales aprendamos a respetar nuestro trabajo y saber pactar, para que así ambas partes se hagan responsable de lo que le corresponde a cada quién.

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Cuando nos enseñan a cotizar los proyectos de diseño, es necesario que también aprendamos a pedir un adelanto monetario, esto puede funcionar como un candado de seguridad para evitar cancelaciones, para cubrir los costos del material o simplemente porque estamos en nuestro derecho de hacerlo porque requerimos del efectivo.

Es usual que al cobrar anticipo los clientes te respondan con excusas de confianza y más, por ello a continuación te traemos 5 razones para pedir un porcentaje adelantado sin que te “sientas mal”.

Tú y tu agencia se ve más profesional:

Si quieres que te vean como un profesional y te tomen en serio JAMÁS regales tu trabajo, ¿alguna vez escuchaste de una agencia importante que aceptó que los clientes se atrasaran en el pago? Por lo que cobrar por adelantado (el porcentaje tú lo decides o negocias) te hará lucir más responsable y si te da vergüenza hacerlo trabaja en tu asertividad y seguridad, podrá ser difícil al principio, pero al mismo tiempo te creará una reputación.

Es parte del compromiso:

Al cerrar el trato con un anticipo monetario te da la certeza de que el cliente se compromete contigo y no buscará a alguien más (puede hacerlo, pero ya no habrá perdidas tuyas en cuestión de tiempo). Incluso sí se siguen presentando inconformidades puedes crear reglas estrictas de cancelación en la que se deberá pagar hasta cierto porcentaje (60-80 por ciento) para evitar que el cliente te deje a la mitad del proyecto.

Acaba con los favores de “te invito una chela”:

Como diseñadores nos ha pasado cientos de veces que amigos o conocidos nos solicitan un proyecto y nosotros lo aceptamos porque es alguien de “confianza”, lamentablemente en muchas ocasiones se presta a que se aprovechen de esa amistad y no quieran pagar lo justo, por ello es mejor establecer un precio desde el inicio, recuerda el dicho “cuentas clara, amistades largas”

Tiempo = Dinero:

Aunque tengamos temor de que nos digan “interesados”, “aprovechados” o “capitalistas”, la realidad es que el tiempo es dinero y si invertimos en un proyecto que al final no se nos pagará, es un espacio temporal que no regresará, mismo en el que se pudo hacer otras cosas, es por ello que no se debe desperdiciar de ninguna manera (ocurre distinto si se va a regalar el diseño, puesto que el objetivo en ese caso es especial y personal).

El anticipo te permitirá mantener vivo el negocio:

Esta verdad absoluta es muy relevante cuando se trabaja como freelance o cuando el negocio está iniciando, puesto que el dinero no sobra y en muchas ocasiones es el anticipo el que te permitirá seguir trabajando, ya sea para darte de comer, transportarte o para adquirir material necesario.

Darle prioridad a un proyecto:

Este es un poco difícil de explicar sin que suene “convenciero”, pero la realidad es que por qué vas a desplazar el trabajo de un cliente que ya pagó, por el de alguien que no. Es un sistema que te servirá para organizar los proyectos y los tiempos de entrega. Incluso te ayuda a crear una cuota especial de “trabajo de urgencia” que te respaldará en los bomberazos.