El portafolio de un diseñador en formato digital siempre debe estar acompañado de una carpeta de trabajos impresos, ya que el material impreso ayuda a captar la atención de posibles clientes potenciales y ampliar la base de clientes de la empresa o persona.

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Actualmente la tecnología hace mucho más fácil el mostrar el trabajo en las diferentes plataformas sociales y especializadas, pero al mismo tiempo pueden resultar un obstáculo al encontrarse con un cliente o personas interesadas en ver tu trabajo.

El contar únicamente con un portafolio digital o en línea, tiene algunos contras, como la falta de internet en el lugar de encuentro, la desconfiguración o simplemente la falta de experiencia de un cliente en términos de tecnología y digital.

Un portafolio en formato digital no permite apreciar detenidamente los diseños y sentirlos, además de que es un método rápido y poco práctico en las entrevistas o contratos de trabajo.

Esto no quiere decir que los portafolios digitales no tengan una función útil, pero simplemente siempre hay que tener a la mano todo el trabajo impreso y complementarlo.

Aquí te presentamos seis razones por las que tener un portafolio impreso es una buena idea:

1. Accesible

Los portafolios en línea siempre requieren de una computadora y de internet para poder presentarlo, en cambio, el trabajo impreso se puede apreciar en cualquier momento y cualquier lugar, sin la necesidad de ser visto como algo anticuado.

2. Destaca

Una cartera de trabajo impreso permite que el éste se destaque sobre los demás, ya al presentar el trabajo en dicho formato, de inmediato se convierte en algo memorable y eficaz. El cliente tiene la posibilidad de apreciar con detenimiento, analizarlo y apreciarlo.
Se reducen la probabilidad de ser confundido con otros diseñadores y se tiene un rápido acceso al trabajo, además de que se establece una identidad de marca individual, tanto en web como en impresión.

3. Credibilidad

Un portafolio de trabajo impreso da la sensación de esfuerzo, responsabilidad y de tiempo. En este tipo de casos lo impreso refuerza tu credibilidad como persona y profesionista, además de que mandar el mensaje de que se está completamente preparado.

4. Control total

Con una cartera física no hay preocupaciones acerca de las pantallas mal calibradas que muestran el trabajo en una luz pobre y no se debe estar completamente seguro de que tu portafolio digital es 100% compatible con la computadora del cliente, ya que sus ajustes del navegador, monitor, y visualización están fuera de control.
En un formato impreso, todo se puede adaptar a la medida para cada cliente, asegurándose de incluir las obras que serán los más apropiados y relevantes para su identidad de marca.

5. Reduce las distracciones

En una pantalla, todo tipo de cosas pueden distraer, en el caso de un portafolio físico no pasa.
Los portafolios en línea tienden a competir por la atención de los clientes por encima de todo lo demás que está disponible en Internet. Si su cartera no es lo suficientemente atractivo, los clientes potenciales no prestarán la suficiente atención.

6. Deja una buena impresión

Un material físico es más entrañable y difícil de olvidar, en comparación de una galería de pixeles y efectos. Un portafolio digital es pasajero, mientras que uno impreso se pasa de mano en mano y perdura mucho más tiempo en los lugares, además de que hay una probabilidad de que otras personas se topen con el.