En prácticamente todos los países y en cualquier terreno de la creatividad, sea música, literatura, artes visuales, diseño y hasta en la ciencia, gastronomía o la industria, la titularidad de los derechos intelectuales debe estar garantizada en beneficio del usufructo por parte de los autores.

El problema comienza cuando se generan productos creativos idénticos o similares a otros que se produjeron con anterioridad, en estos casos la justicia debe remitirse a los registros de derechos pagados y establecidos para saber quién le ha copiado a quien

También se genera polémica cuando alguna pieza creativa se inspira en una producida con antelación, pero no se menciona el crédito debidamente, en estos casos es necesario también acudir a las instancias legales para determinar si existe motivo de sanción.

La recomendación de oro siempre debe ser que si te inspiras en otra obra o autor para hacer una nueva, reconozcas de dónde se ha generado y lo digas abiertamente, de lo contrario estarás cayendo en un vil plagio. A continuación se enum,eran otras cinco reglas de oro que te alejarán de la tentación de caer en estos penosos incidentes.

1.-  Si no eres el autor, jamás digas que lo eres
Inspirarse en los trazos, técnicas y composiciones visuales de otros autores te ayudará a mejorar tus propias habilidades, sobre todo en tus años de aprendizaje, pero ello no implica que puedas decir que eres el autor original.

2.- La inspiración es alimento de la creatividad
Como ejercicio creativo siempre será útil copiar, inspirarse o tratar de recrear el trabajo de otros autores, te coloca en sus pies y en su contexto y eso hará que crezcan tus propios alcances creativos… pero debes verlo así nada más, nunca como una posibilidad real para tus propios proyectos.

3.- Sé conciente para evitar el plagio
Si estás inmerso en la creatividad y en las técnicas de tu especialidad de diseño sabrás reconocer de dónde viene cada una de tus influencias. Por ello, cuando generes tus propias creaciones sabrás cómo diferenciarte lo suficiente para evitar caer en el plagio.

4.- Copiar no es imitar ni mucho menos inspirarse
Copiar es sinónimo de reproducción idéntica; imitar implica trazos o formas similares sin llegar a ser idénticos al original, mienstras que inspirarse representa una producción completamente original que puede imaginar a un original, pero con los propios recursos creativos de quien los ejecuta.

5.- Imitarte a ti mismo puede impulsarte a crecer
O incluso puedes copiarte a ti mismo, ¿qué tal si vuelves a ahcer un proyecto que habías generado tiempo atrás? Reencontrate con tu propia obra te ayudará a entender qué tanto han crecido tus alcances creativos.