Todos tenemos alguna idea que va a revolucionar el mercado, un producto que nadie concibió y que es obvio a simple vista. Y sí, así es como surgen en gran medida los proyectos, pero de ese chispazo a la realidad, existe un procedimiento arduo, constante y en muchas ocasiones agotador para lograr crear un diseño innovador; es la fuerza de voluntad y la convicción la que te permitirá desarrollar todo el potencial necesario.

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A continuación te explicamos los siete pasos fundamentales para lanzar un artículo novedoso, el cual muchas veces creemos que sólo se realiza el último nivel.

1. Concepción de ideas:

Éste es el chispazo, la idea “en bruto” que se necesita pulir, pero antes de eso es mejor dejarlas fluir y recopilar todas las ocurrencias, no importa si suenan disparatas, más adelante podrás retomarlas.

2. Planteamiento del concepto:

En este plano te darás a la tarea de conocer todo lo relacionado sobre tu nuevo producto, desde sus antecedentes, si existe algo similar, la competencia directa, los asuntos legales, qué materiales o materia prima requiere, etcétera.

3. Pulir el producto:

Ya tienes una idea base, pero es momento que recibas una retroalimentación de ésta, puedes reunir un pequeño grupo de amigos, familiares o conocidos de confianza que puedan realizar una crítica constructiva, que vean posibles fallas que tú no ves, más posibilidades, etcétera.

 

4. Modelo de negocio:

Aquí comienza el trabajo arduo, una vez que tienes un concepto bien planteado deberás crear un modelo de negocio con base en las necesidades de tu producto. En este paso se desarrolla la identidad del producto, la marca, el público al que estará dirigido, una estrategia de marketing, el posicionamiento y promoción, el financiamiento y costos de producción, distribución, etcétera.

5. Desarrollo y prototipo:

La creación de un prototipo te permitirá hacer tangible tu producto, y con ello las oportunidades y debilidades de éste, lo que te proporcionará ideas para mejorarlo o corregir errores que no viste en puntos anteriores. Este proceso usualmente se salta al considerarse innecesario, pero es de suma importancia, porque te prevendrá de equivocaciones fatales que te hagan desperdiciar un algo costo de producción.

6. Comercialización:

Aunque queramos introducirlo a lo grande, al igual que el punto anterior, es mejor hacerlo con una pequeña porción, una “prueba” para ver cómo es aceptado el producto en el mercado, nuevamente te permitirá reconocer errores para su distribución, su almacenamiento o venta.

7. Lanzamiento:

¡Ahora sí es el momento de brillar! Tú producto está listo para que el mundo lo conozca y qué mejor que con un lanzamiento estratégico y bien organizado. Piensa en un plan detallado, con una campaña de impacto que integre el gran anuncio, las promociones o activaciones, etcétera.