¿Tea ha pasado? Llega cualquier cliente o hasta un amigo cercano que no comparte tu profesión como diseñador y hace alguno de estos comentarios:
1.- “¿Estás frente a la máquina? Tengo algunas correcciones y cambios”: cliente a cualquier hora del fin de semana o de tus vacaciones.
2.- “Es un proyecto que seguramente te toma unas horas… una página con mis servicios, unas fotos y que salga en Google a la primera búsqueda”: cliente despistado y demasiado iluso.
3.- “Vi la imagen en Internet, pero es de stock. ¿Puedes copiarla, quitarle las marcas de agua, ampliarla y darle nitidez?”: cliente muy pirata.
4.- “¿Y los textos? Sólo veo leyendas que dicen Lorem Ipsum”: cliente que no sabe de la existencia de un copywriter.
5.- “¿Y si le metes más diseño?”: cliente con poca idea de lo que quiere.
6.- “¿Imagen vectorizada? No la tengo, pero tómale una foto a mi tarjeta y de ahí la editas después”: cliente con teléfono inteligente y poca sensibilidad.
7.- “¿Cómo cobras tanto por un diseño que haces en unos minutos?: cliente tacaño.
8.- “¿Y si le pones Comic Sans”?: persona sin un solo amigo diseñador.
Fuente: Vinti Set