O las amas o las odias; estas gemelas de Islandia son fotografiadas en escenarios naturales pero creando escenas un tanto aterradoras, surreales y hasta tétricas, pero con un giro estético tierno y amoroso.
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Como cada año, la fotógrafa japonesa Ariko Inaoka, viaja a Islandia para continuar un proyecto muy especial: la documentación anual de las gemelas idénticas Erna y Hrefna.
Aunque Inaoka conoció a las hermanas en 2006 en un casting para una sesión de fotos, no comenzó a fotografiarlos hasta tres años más tarde cuando cumplieron los nueve años de edad. Desde entonces, ella vuelve a Islandia, un país que se cita como “el lugar para la creatividad y la inspiración“. Su labor radica en documentar cada año el crecimiento de las niñas y capturar sus interacciones únicas.
Si bien todas las fotografías de Erna y Hrefna transmiten un enfoque innegable de los hábitos de la juventud, también hablan de algo más profundo: su vínculo extraño y poderoso, ya que según Inaoka, los gemelos nunca están separados e incluso comparten una relación aparentemente telepática uno con el otro.
En estas fotografías podemos intuir parte de esa electricidad que recorre el cabello rubio, las manos y las piernas delgadas de las niñas. A pesar de que sus miradas profundas son distintas, sus coreografías son iguales y al igual que el latido de su corazón. Por tal razón Inaoka dice que “nunca había visto tal conexión tan poderosa entre dos seres humanos”.
