Con el año nuevo comienza la renovación de muchos aspectos en las marcas y las más aventuradas renuevan completamente su imagen.

¿Resulta conveniente transformar enteramente la identidad de marca? Responde estas cinco preguntas y sabrás cuándo sí y cuándo no.

1. ¿El consumidor ha evolucionado?
En casos como este sí es factible la transformación de la marca. deberás detectar cómo se han transformado los hábitos de consumo del público hacia un producto y marca.

2. ¿La competencia se ha transformado?
Es necesario observar de manera permanente qué es lo que realiza la competencia directa e indirecta de la marca, pero no caer en sus errores ni imitar sus aciertos.

3.¿La marca ha cambiado?
Todas las marcas tienden a evolucionar con el paso del tiempo y transforman sus objetivos, si aprendes a identificar esos cambios realizarás un mejor proceso creativo renovador.

4. ¿Cambiaron los productos de la marca?
A veces la esencia de una marca no se transforma, pero seguramente sí lo harán sus productos. Un buen rebranding debe proyectar la innovación en la oferta de una marca.

5. ¿El mercado es distinto?
Así como el consumidor y sus características se transforman, también lo hace el entorno económico que rodea a una marca.

Rebranding a prueba de fallas
Para que lleves al éxito todo proceso de rebranding evita cometer estas tres equivocaciones.

1. No contratar a un consultor de branding
La ayuda de un profesional en el sector no debería ser una opción, sino toda una obligación. La opinión y el expertise de una especialista creativo son fundamentales en este tipo de procesos.

2. Concentrarse sólo en el nombre y logo
Uno de los errores más comunes de las marcas durante las estrategias de rebranding está en concentrarse en los nombres y logos. Si no existe un cambio palpable en las políticas y esencia de la marca no será suficiente con transformar los meramente visual.

3. No ponerse en el lugar del cliente
Hay que darse el tiempo suficiente tiempo para navegar en el sitio web de la empresa cliente, adquirir sus productos, conocer las naturaleza de la marca. Con ello se evitan fallas y rechazo en los objetivos de la identidad de marca.