David Goleman es un psicólogo, periodista y escritor estadounidense que planteó uno de los términos más importantes para el desarrollo de la estabilidad mental, en su libro como explica cientos de datos y comportamientos de los cuales se puede concluir cómo vincular la inteligencia emocional y la creatividad.

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Al aplicar estos cinco postulados es posible construir una relación entre la inteligencia emocional y la creatividad que te permitan explotar horizontes e ideas que antes no se tendría.

  1. Conocer emociones propias:
    Si no existe un conocimiento personal propio y una conciencia del comportamiento y acciones, ¿cómo se puede aspirar a un control de las emociones?
  2. Manejar las emociones:
    La creatividad se finca en la seguridad propia y eso se deriva de la habilidad para manejar sentimientos propios que se expresen de forma apropiada y con respeto a los demás.
  3. Automotivación:
    Es encaminarse a impulsar el autocontrol emocional y la gratificación propia en el momento debido para garantizar una plenitud creativa.
  4. Reconocer las emociones de los demás:
    Saber lo que quieren los demás, solidarizarse con ellos y encontrar la empatía emocional ayuda a desarrollar proyectos a la medida de sus necesidades.
  5. Establecer relaciones:
    Relacionarse con los demás representa la habilidad de comprender sus necesidades de establecer vínculos duraderos y gratificantes.

Tal vez pareciera muy sencillo lograr completar los pasos, pero lo más importante es crear un hábito con todas estas nuevas actitudes y no olvidarlas, por lo que hace el proceso más largo.

Una vez completado dicho tratamiento la persona y la inteligencia emocional de ésta crece, por lo que puede analizar y observar conceptos que antes no, lo cual se transforma en posibles ideas creativas, además de que sabe como utilizar las emociones a su favor y abstraerlas a las necesidades de algunos proyectos.