Una tendencia de arquitectura que se ve cada vez con mayor frecuencia es la de adaptar estructuras, ampliaciones y hasta rascacielos en construcciones antiguas.

Unas veces por la necesidad legal de no dañar construcciones que se consideran patrimonio cultural o por conservar la belleza, traza y orden urbano de algún sitio, el reto de arquitectos e ingenieros se potencia porque hay que acondicionar un espacio habitable, con las exigencias contemporáneas, y al mismo tiempo es preciso que las condiciones de la vieja construcción se conserven.

Los siguientes caos dan cuenta de esta tendencia de adaptar dos espacios arquitectónicos originarios de épocas distintas, es una práctica que se ha visto cada vez con mayor frecuencia, por ejemplo, en la Ciudad de México.

En  Mixcoac, en la zona sur dela ciudad, una vieja casona fue adaptada por Hansi Arquitectura para crear un espacio habitacional.

 

Para la construcción de la Torre Reforma fue necesario un reto aún mayor, pues donde se levantó este altísimo rascacielos se tuvo que mover la estructura de una vieja casona de los años 30 y posteriormente colocarla de nuevo a través de complejos sistemas que conservaron las condiciones

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En Nueva York también se han desarrollado este tipo de construcciones y un ejemplo es  la Hearst Tower, del arquitecto arquitecto británico Norman Foster.

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