Un monumento en México enaltece a jóvenes héroes nacionales que no fueron tan jóvenes como se piensa ni realizaron las hazañas que siempre se nos dijo.

Notas relacionadas:

Cuauhtémoc es fuente de inspiración creativa
Benito Juárez forma parte de la imaginería visual de todo un país
El Zócalo de la Ciudad de México, ¿realmente lo es?

>

En Chapultepec, Ciudad de México, desde hace más de 60 años se levanta un monumento para hacer homenaje a seis cadetes que en 1847 fueron asesinados durante el arribo de las tropas estadounidenses a las instalaciones del Colegio Militar, durante una invasión del país del norte a su vecino del sur.

Creado por arquitecto Enrique Aragón y escultor Ernesto Tamariz, este sitio, llamado Altar a la Patria o Monumento a los Niños Héroes, se compone de un semicírculo abierto y seis columnas de mármol, que contienen elementos zoomórficos escultóricos de bronce.

Cada una de estas columnas se levanta en honor a los seis cadetes que se dice, defendieron el Colegio Militar y, principalmente, a la bandera mexicana: Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan de la Barrera, Juan Escutia, Vicente Suàrez y Agustìn Melgar.

Por último, en la parte central del semicírculo figura una escultura en bronce de una mujer que representa a la Patria mexicana.

Se trata de un impactante ejemplo de arquitectura oficialista de mediados del siglo XX mexicano, la cual junto con otros movimientos artísticos, como el muralismo, formaba parte de las polìticas de instauraciòn de una historia oficial que promoviera un espíritu nacionalista,

Y como ha sucedido con otros acontecimientos históricos, existen en la historia de estos Niños Héroes datos que el oficialismo se encargó de magnificar, como aquello de que uno de los cadetes (Juan de la Barrera o Juan Escutia, no se ponen de acuerdo los historiadores) se lanzó con la bandera del Colegio al vacío para salvarla de las manos invasoras.

Se ha discutido acerca de la veracidad de estos hechos porque a fin de cuentas, el lábaro patrio sí fue hurtado por las tropas estadounidenses y los cadetes murieron a causa de las ráfagas enemigas. En la batalla, por otra parte, participaron no sólo los referidos alumnos (quienes no eran precisamente niños, pues su edades rondaban los 19 años en su mayoría) sino una media centena de ellos.

monumento niños héroes