Monterrey, ciudad capital del estado mexicano de Nuevo León, anunció durante los recientes festejos de la Independencia del país el plan de remover el monumento a que conmemora este importante hecho histórico… o al menos es lo que pretende una legisladora local.
Laura Paula López Sánchez, diputada del Congreso de Nuevo León, anunció la idea que va a presentar ante las autoridades correspondientes para que el arco del Centenario de la Independencia, monumento que data del año de 1910, sea trasladado a la Macroplaza… la idea no suena mal, pero tal vez la legisladora no lo dijo con las mejores palabras.
Y es que, a su manera de ver y a título personal, el arco ubicado en el cruce de las avenidas Pino Suárez y Madero resulta ya un “estorbo” para los automovilistas y un blanco para grafiteros y pintas. En próximos será presentada la solicitud al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para tratar de concretar el cambio.
Para lograrlo, será necesaria la participación de arquitectos, restauradores de arte, historiadores, ingenieros y expertos en artes visuales, sobre todo si se quiere obtener buenos resultados y la conservación del monumento, tal como se ha hecho, por ejemplo, en la Ciudad de México con importantes piezas como el Monuneto a Cuauhtémoc, La Diana Cazadora, El Caballito de Manuel Tolsá y el monolito de la deidad prehispánica Tláloc, entre otras piezas –pulsa aquí para conozcas a detalle cómo fue el cambio de estos monumentos y construcciones históricas en CDMX-.
El Arco de la Independencia de Monterrey es una pieza arquitectónica que se construyó con motivo del Centenario de la Independencia de México, es una construcción con columnas y remates de piedra tallada así como la inclusión de figuras antropomórficas y zoomórficas que emulan los símbolos patrios.