La arquitectura de las antiguas civilizaciones siempre resulta ser un espléndido referente para comprender la cultura de cada lugar, además, en las formas de construir que desarrollaron en el pasado es posible encontrar  una sólida base de los actuales métodos para levantar grandes obras.

Por otro lado, en muchos ejemplos de la arquitectura del pasado existen  enigmas y significados que están por descubrirse gracias a la labor de arqueólogos, historiadores y otros especialistas de la arquitectura, el diseño y el arte.

Precisamente en Teotihuacán, México, expertos investigadores  descubrieron un espacio que había permanecido oculto por 1 mil 900 años: un túnel cuyo diseño habría estado dedicado  a la Luna y semeja, justamente, un paisaje lleno de cráteres, como en la superficie del satélite natural de la Tierra.

Lo que en un principio se trató de obras de remozamiento y conservación en la llamada Plaza de la Luna, en el museo de sitio de Teotihuacan, derivó en el hallazgo de un túnel que hace suponer que existen más  de ellos en otros lugares de este gran centro ceremonial prehispánico.

En el sitio se han hallado también unas cinco estelas de hasta un metro medio de altura y un peso de hasta 800 kilogramos, se trata de figuras que seguramente fueron utilizadas en ritos dedicados a la luna y hacen pensar en el significado tan profundo que la Luna tenía en esta civilización, al grado de desarrollar toda una serie de aspectos visuales muy significativos que vale la pena descifrar para comprender la visión de nuestras culturas originarias.

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