Este procedimiento químico fue desarrollado y patentado por los célebres hermanos Lumière, los mismos que iniciaron hace 120 años el fenómeno de la cinematografía y fue el único que se utilizó hasta la década de 1930.

Las placas autocromas eran de vidrio a las que se le agregaban granos de almidón, casi siempre fécula de papa, sobre una película en blanco y negro. Los granos se teñían de naranja, verde y morado, y tras el procesado de la placa surgían los colores complementarios.

Para mostrarte cuál era el resultado de este proceso tenemos las siguientes imágenes del París de la década de 1910 y hechas por los creativos de la lente Leon Gimpel, Stephane Passet, Georges Chevalier y Auguste Leon.

PAR5ÍS 14

Imágenes: Bored Panda