Por su significado o relevancia los personajes históricos se integran a muchos aspectos de la cultura de un país y llegan a convertirse en íconos referenciales de su vida cotidiana. Benito Juárez es un ejemplo de ello.
Notas relacionadas:
Cuauhtémoc es fuente de inspiración creativa
El Zócalo de la Ciudad de México, ¿realmente lo es?
Lance Wyman, el hombre que marcó la iconografía urbana de México
Ejemplar gobernante, reformador y defensor del país ante invasores extranjeros, Benito Juárez forma parte esencial de la historia de México, su figura y nombre se encuentran en muchos aspectos de la vida cotidiana en forma de diseños esculturas, piezas pictóricas y demás efigies.
Ciudades, centros educativos, hospitales, calles, barrios, edificios y demás obras de infraestructura llevan su nombre. Diseño y arte se involucran en una enorme cantidad de imágenes que se producen y reproducen en su honor.
Presidente mexicano que reformó las leyes para que la Iglesia no tuviera injerencia en la política ni en las decisiones de Estado, a Juárez se le considera un referente de la historia de México. Estableció las bases para conformar una república y sufrió como gobernante los embates de una invasión extranjera, a mediados del siglo XIX, de la cual logró salir airoso su gobierno.
Nacido un 21 de marzo de 1806 en Guelatao, Oaxaca, su figura forma parte de la imaginería colectiva de México; siempre es recordado y sus cualidades son evocadas en todo momento. Una máxima célebre que se le adjudica es la de “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.