Los espacios interiores representan uno de los objetos de diseño más importantes y más difíciles de organizar por múltiples razones, una de ellas involucra la alta exigencia de los clientes que están deseosos de contar con áreas habitables funcionales y con una apariencia acogedora.

Se trata de un amplio mercado en el que interviene la creatividad visual y representa ganancias millonarias en todo el mundo. Para darnos una idea, tan sólo en los Estados Unidos esta especialidad prevé una facturación de más 8 700 millones de dólares durante este año*.

Para lograr procesos de diseño de interiores exitosos, es necesario seguir un camino creativo específico que a continuación analizamos en seis puntos.

1.- Establecer el objetivo del espacio habitable
Para remodelar un espacio es necesario establecer el uso que va a tener el lugar y definir el estilo, los hábitos y los intereses de los clientes que van a ocupar el sitio. La elaboración de bocetos será de gran ayuda durante esta etapa.

2.- Diseñar la atmósfera que se quiere lograr
El ritmo de vida y la actividad de quienes habitarán el lugar también ayudará a definir la atmósfera que se quiere lograr con este trabajo creativo. No se seleccionan los mismos colores para un ambiente que promueve el descanso y el rélax que para un área destinada al trabajo o a la creatividad… y existen clientes que buscan ambas atmósferas, por lo cual el reto puede ser mayúsculo.

shutterstock_350641544

3.- Busca la simetría
Sin importar el tipo de ambiente que se quiere imprimir al espacio habitable, la simetría es un elemento que en la gran mayoría de los casos ofrece armonía al lugar y una sensación de orden. Apóyate en las líneas y las formas y dispón la colocación de mobiliario a partir de este principio. Los colores seleccionados, las texturas del lugar y las fuentes de iluminación también promueven un orden visual equilibrado.

4.- Determina el clima del lugar
Establece una selección de color y demás elementos de tu diseño con base en el clima que predomina en el lugar donde está el espacio interior. Si en la zona predomina el calor, los colores fríos y las texturas lisas para los muros o el mobiliario son una buena alternativa. Si se trata de una zona fría, por el contrario, los colores cálidos y las texturas más recargadas pueden ayudar a hacer más acogedor el espacio.

shutterstock_316061483

5.- Iluminación adecuada
Si se trata de un espacio con amplios ventanales, debes privilegiar en todo momento la iluminación natural y evitar su obstrucción. Si seleccionas cortinas o persianas, estas deben recorrerse para aprovechar la luz del sol. La iluminación artificial, por su parte, requiere contemplar efectos no invasivos, pero debe tener la suficiente fuerza para cubrir las dimensiones del lugar. ¿Has pensado en la utilización de espejos para potenciar la iluminación y brindar una sensación de amplitud?

6.- El espacio tiene que describir a sus habitantes
No hay nada como un espacio capaz de determinar la personalidad y los gustos de sus habitantes, para lograrlo, los muebles y los accesorios decorativos deben ser del gusto total del cliente. La selección del mobiliario resulta más efectiva su se realiza de manera conjunta entre el diseñador y el cliente para evitar malos entendidos o sorpresas desagradables.

 

*Con datos de Statista

Imágenes: Shutterstock