Con el objetivo de competir en el reñido mercado de las bebidas, la agencia Peleg Design tuvo el encargo de cambiar el envase y el branding de la marca de té helado, pero el rediseño implicaba un reto global.
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Unilever, el propietario de la marca fue quien encargó el rediseño del banding, packaging y comunicaciones de Lipton a la agencia, sobre todo por que no existía un diseño homogéneo globalmente, es es decir, alguno de los elementos variaba en cada mercado.
Por ejemplo, tan sólo el envase variaba en la forma y en las etiquetas en 20 países. Pero el reto también implicaba cambiar algunas cosas de la marca, pues se asociaba mucho con los días soleados y la cultura de playa.
Por lo que ahora el diseño se debía enfocar emocionalmente con los millennials, específicamente con la gente de 18 a 24 años de edad. Para ello debían hacerlo con una sensación de energía, dinamismo y libertad.
Con el nuevo diseño han tratado de evocar sentimientos de posibilidad, de entusiasmo por experiencias vibrantes e inspiradores.
Crearon una botella para unificar la imagen del producto en 150 países, lo cual implicó realizar una auditoría global de las líneas de producción de Lipton Ice Tea, en colaboración con el equipo de gestión del diseño de Lipton.
Así, ahora la botella incorpora la forma sencilla de la cartela Lipton. El patrón hace a la botella fuerte y rígida. Además materializa las aspiraciones de aligeramiento de Lipton, pues es menos pesada
Por otro lado, la clave visual de Lipton es la botella que celebra el sabor, el gusto y la sensación refrescante de la bebida y las imágenes buscan capturar momentos honestos de la vida real.
