Carlos Rico

Por ahí lo escuché de Pity, estudiante de psicología con 20 años de vida, que la sombra es el yo negado. A veces nos olvidamos que la tenemos a pesar de seguirnos a toda la eternidad. Nunca la presumimos, nunca la adoramos, tampoco la vestimos. Es de diferentes formas dependiendo del objeto o persona, pero también del ángulo de la luz. Solamente la saludamos cuando el sol está por atrás y hace que nos veamos de mayor tamaño y esbeltos. Pero bueno, eso pasa cada nunca.

La tragedia dentro del cuadro FODA o DAFO queda en la debilidad y amenaza. La primera es controlable, ya que en teoría ocurre en el interior del ambiente de la persona o negocio. Por lo tanto se debe de controla y por ende medir.

Seguramente estás muy cansada/o de leer y ver como las ventas compulsivas te acosan. Si te sientes ofendido quiere decir que acabas de hacer llorar a tu cartera y gastaste dinero que no tienes y posiblemente tendrás cuando llegue el “Aguinaldo Time” o hasta el siguiente año. Fuiste víctima de una publicidad barata y de hacerte creer que necesitabas algo cuando en realidad la realidad es otra.

Las empresas comenzaban a desempeñar estrategias para generar mayor producción, mayores ventas; y mas y mejores clientes. La posguerra, situación difícil. La obsolescencia programada era una solución, aparentemente. Se requería flujo de efectivo, empleos. Entendible. Lo que no es entendible es el engaño, una vez más al consumidor. Comprar un producto que dure muy poco.

La improvisación de un solo y redoble cuando escuchas jazz es un vello más que se levanta de mi piel. La captación de los sonidos agudos y graves van ad hoc a lo que querías o pretendías sentir. Sentir. Muchas veces el sentimiento lo entendemos cuando estamos dolidos.

Era 1968. El mundo mientras se ponía de acuerdo en la Guerra Fría y si la raza negra se podía mezclar con la aria (bueno, eso todavía). El temor de Estados Unidos que Rusia llegara a la luna primero. Kennedy es asesinado y algo similar en octubre en territorio mexicano.

Este texto lo hago con mucho amor y respeto a todas aquellas personas que han pasado por este grave incidente. En este 19 de octubre, día mundial de consciencia del cáncer de mama.

Caminando por un pasillo escucho a una persona que está invitando a pasar a una plática. No le doy importancia alguna mientras pensaba mis pendientes para ese día. Trabajos de clientes que entregar. Pero primero ir por el respectivo café del miércoles por la mañana. Un poco de cafeína al cerebro para que fluyan las ideas. Al salir por las escaleras pintadas de lluvia, un amigo me pregunta que si iba entrar a la plática. Le comenté que no, pero bueno “¿de que se trata? Le mencioné. Él me responde “de una mujer ciega que es fotógrafa”.

De alguna manera los seres humanos aprendemos cuando tocamos fondo (dependiendo de que tan profundo sea) y no podemos capturar la capacidad de opinión de externos a un problema interno. Cuidamos ciertas cosas, pero las otras no. Pretendemos querer y amar a nuestra pareja, pero a nuestro negocio no. ¿Por qué seremos así? Pongo como ejemplo a los protectores de animales, suben fotos y videos. Pero no se cuidan a ellos mismos.

Me encanta esa sensación cuando la sangre presiona el botón de nitro y bombea más rápido el corazón. De un momento a otro tu mente, panorama, ambiente, hábitat temporal era un gran desierto de Samalayuca. Ahora es un mapa de consecuencias y acontecimientos que me hacen sentir como en una juguetería. De un segundo a otro ese desierto tuvo una razón de ser. La dopamina (droga natural en nuestro organismo) es difícil controlarla cuando finalmente centralizaste los insights y viste que el desierto puede ser vendible.